Anales Cervantinos 56
ISSN-L: 0569-9878, eISSN: 1988-8325
https://doi.org/10.3989/anacervantinos.2024.574

Las competencias interpretativas de Transila en Los trabajos de Persiles y Sigismunda, historia setentrional

Transila’s interpretative competences in The Trials of Persiles and Sigismunda. A Northern Story

 

Este trabajo pretende examinar las acciones de comunicación e interpretación de la ‘mujer bárbara’ y ‘doncella intérprete’, Transila, una de entre los muchos personajes femeninos que actúan, narran y escuchan historias en Los trabajos de Persiles y Sigismunda, historia septentrional. Aquí me interesa no solamente su faceta de intérprete plurilingüe, sino también su capacidad de intérprete de la historia de Periandro. Su papel de activa lectora-receptora de la narración de Periandro es un elemento más que contribuye a la complejidad del personaje, y también a la dimensión femenina de la última novela de Cervantes1La dimensión femenina del Persiles y Sigismunda ya fue señalada por Ruth El Saffar en el quinto capítulo de su estudio Beyond Fiction. The Recovery of the Feminine in the Novels of Cervantes (1984), mientras Louis Combet (1980) sostenía que «el Eros cervantino se pone bajo el signo de lo femenino» en su estudio ‘psicoestructural’ de la obra de Cervantes..

Transila es uno de los personajes femeninos de Los trabajos de Persiles y Sigismunda que más explícitamente defiende la libertad de las mujeres para elegir su destino. Su rebelión contra la costumbre bárbara de la ius primae noctis de su nación2Isabel Lozano-Renieblas documenta que «la práctica de costumbres sexuales propias del ritual de una sociedad primitiva en las islas Británicas está documentada en numerosos textos del XVI […]. Existe pues una estrecha conexión entre la historia que cuenta Transila y la información que circulaba sobre el lugar de dónde [sic] dice proceder. […] lo realmente relevante es el vínculo que establece entre historia y espacio al que se la atribuye» (1998, 142-143). También remito al estudio de Lozano-Renieblas para el estatus de los nombres «Hibernia» e «Irlanda», que en «el Persiles se corresponden con dos países distintos» (1998, 142). –un ritual de violación por parte de los parientes varones del esposo antes del matrimonio– expone la debilidad de los hombres afectados, ante una situación intolerable. Como es bien sabido, se suele asociar al personaje con el topos clásico del virago o la mujer guerrera, tal como se hace con otro personaje femenino situado en las partes septentrionales de la obra, Sulpicia3Para una interpretación del rol de Sulpicia, véase Davenport 2022.. Ambas mujeres se salvan gracias a sus acciones varoniles, aunque Transila, a diferencia de Sulpicia, sin manchar la lanza con la que se defiende. Sin embargo, mientras a Sulpicia solo la conocemos a través de la narración que Periandro hace de su periplo por los mares del norte, Transila tiene voz propia en la obra4Transila habla en los siguientes capítulos: I.3, I.4, I.11, I.12, I.13, I.18, I.23, II.12, II.14, II.15, y es mencionada por otros personajes, o por el narrador, en I.6, I.14, I.23, II.1, II.5, y, finalmente en IV.8, Arnaldo cuenta al grupo de peregrinos en Roma que Transila, Mauricio y Ladislao «habían dejado su patria y pasádose a vivir más pacíficamente a Inglaterra» (679). Siempre cito por la 2.ª edición revisada de Romero Muñoz, si no se indica otra fuente. Incluyo la mención del libro y capítulo en la referencia, si no se ha mencionado explícitamente en el texto, para facilitar el manejo de otras ediciones.. En este trabajo pretendo explorar las acciones de esta voz. La voz de Transila suena por última vez en el capítulo 15 del segundo libro, con un resuelto «Callad, señor» a su esposo, quien en esta instancia se queja con su suegro del largo relato de Periandro, mientras Transila sentencia «por más que digáis, no podréis decir que no prosigue bien su cuento Periandro» (2004Cervantes, Miguel de. 2004. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por CarlosRomero Muñoz. Madrid: Cátedra., 383). En general, la crítica ha agrupado a Transila con las demás mujeres ávidas de escuchar al protagonista masculino, por diferentes motivos: Auristela, por supuesto, por el amor que tiene que ocultar, y Sinforosa también por enamorada. A Transila, en cambio, parece moverle más Periandro en cuanto narrador, y la narración misma. Su defensa de Periandro ante la crítica de Mauricio no se basa en un interés amoroso, sino en un interés narrativo.

A continuación, quiero explorar esta doble faceta de ‘la discreta Transila’, es decir, su capacidad interpretativa, que no se limita a traducir entre lenguas distintas, sino que también la ejerce comentando la narración de Periandro. Me parece que Transila merece más atención como ‘crítica literaria’ y pieza clave en la formación tanto del protagonista masculino, como de la protagonista femenina. Su competencia plurilingüística es una parte integral de esta capacidad interpretativa. Por lo tanto, se analizará la función del personaje como intérprete entre idiomas, y se ofrecerá una comparación entre Transila y Ricla en cuanto ‘intérpretes’ y ‘bárbaras’. En segundo lugar, se examinará a Transila intérprete de la narración, proponiendo una conexión entre su temperamento, según las teorías ‘psicofisiológicas’ de Huarte de San Juan, y su ‘buen seso’ en cuanto lectora y narradora.

DE INTÉRPRETE BÁRBARA A ‘LA DISCRETA TRANSILA’

 

Cuando Transila habla por primera vez, habla por otros. El personaje es introducido por el narrador sin nombre propio en el tercer capítulo del primer libro, cuando aparece interpretando para los bárbaros habitantes de la isla en un negocio de compra de mujeres. Viene cargada sobre los hombros de los bárbaros que se apiñan a la ribera para ver llegar el barco del príncipe danés Arnaldo. Se precisa que ella habla primero, «antes que otro alguno hablase» (Cervantes 2004Cervantes, Miguel de. 2004. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por CarlosRomero Muñoz. Madrid: Cátedra., 146), dirigiéndose a los del barco en lengua polaca en nombre de «nuestro gobernador» (147), preguntando si por acaso tienen alguna doncella que vender, que es la única mercancía que les interesa, porque por lo demás poseen todo lo que necesitan en la isla. Arnaldo le contesta con una pregunta sobre su origen, si es bárbara de nación o una de las doncellas compradas. El hecho de que el polaco funcione como lengua franca en el septentrión resulta curioso, como bien han indicado tanto editores como críticos (véase Cervantes 2004Cervantes, Miguel de. 2004. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por CarlosRomero Muñoz. Madrid: Cátedra., 146, y Brioso Sánchez y Brioso Santos 2002Brioso Sánchez, Máximo y HéctorBrioso Santos. 2002. «Sobre la problemática relación entre Heliodoro y el Persiles y Sigismunda de Cervantes: el motivo de la comunicación lingüística». Criticón 86: 73-96., 86). En todo caso son personajes plurilingües y cultos los que dominan esta lengua. La intérprete no contesta a la pregunta de Arnaldo, sino que le exige responder primero a lo que sus amos le preguntan, porque no les gusta que «en otras pláticas me dilate» (147), dando a entender así el riesgo que corre si utiliza su dominio de la lengua para sus propios fines y no se limita al negocio de los bárbaros. Arnaldo responde entonces a las preguntas hechas y la intérprete traduce a petición de los bárbaros lo que dice, con lo que se van al gobernador para dar aviso. Arnaldo aprovecha este tiempo para saber si entre las mujeres que tienen en la isla había alguna tan bella como la que ellos traían para vender. Sin la presencia de los bárbaros, la intérprete comparte con Arnaldo su triste destino: que ella es una de las desdichadas destinadas para ser reina y así cumplir el vaticinio de los bárbaros, porque no hay entre las muchas mujeres cautivas quien le iguale en belleza. Cuando vuelven los bárbaros con el gobernador, se precisa de nuevo el rol de la bárbara intérprete como mediadora: «Habló el gobernador con la bárbara, de que resultó que ella dijo a Arnaldo que su príncipe decía que mandase alzar el velo a su doncella» (148), es decir, a Periandro travestido. Del mismo modo se precisa que Arnaldo se dirige a ella para comunicar su intención de negocio futuro: «y dijo a la intérprete dijere a su dueño que dentro de pocos días volvería a venderle otra doncella» (148). El episodio de la bárbara intérprete es uno de los muchos ejemplos en la novela en el que la cuestión lingüística de la comunicación entre personajes de diferente procedencia geográfica cobra un gran nivel de detalle. Si bien Cervantes revela un interés pronunciado por este recurso en Persiles y Sigismunda, no faltan muchos otros episodios en los que se pasa por alto el problema de comunicación, sobre todo para evitar torpezas en la narración o complicaciones en la relación entre los personajes, como sugieren los estudiosos Brioso Sánchez y Brioso Santos (2002Brioso Sánchez, Máximo y HéctorBrioso Santos. 2002. «Sobre la problemática relación entre Heliodoro y el Persiles y Sigismunda de Cervantes: el motivo de la comunicación lingüística». Criticón 86: 73-96., 86) en su estudio pormenorizado del motivo de la comunicación lingüística en el Persiles en comparación con la novela griega de Heliodoro5Brioso y Brioso constatan que en el Persiles prevalece el poliglotismo implícito, es decir, que la variación lingüística aparece en la historia, no en el nivel del discurso (2002, 86). Mercedes Blanco añade sobre el poliglotismo implícito que «su insólita frecuencia constituye una característica aislada en sus [Heliodoro y Cervantes] respectivos contextos literarios, y por ello aporta una sólida confirmación de que el escritor español no invoca el modelo de Las Etiópicas por capricho o por vanidad y que leyó la obra con gran atención. Es tentador interpretar el poliglotismo implícito como uno de esos detalles naturalistas que certifican que los dos autores están consolidando un género, la novela, proclive al realismo. Lo que es seguro es que, a través de este poliglotismo, el relato contempla, tal vez dándoles el rango de tema central, las divisiones y posibles conflictos que acarrea la pluralidad de culturas y su falta de transparencia mutua. En Heliodoro como en Cervantes, el problema va unido a un cuestionamiento de la oposición entre civilización y barbarie» (Blanco 2016, 116).. Sin embargo, resulta interesante cómo la competencia lingüística define al personaje de Transila; en los episodios posteriores en los que participa se mantiene el énfasis en su dominio de varios idiomas, pero también su poder del lenguaje cuando habla por sí sola, y no con palabras de otros personajes (masculinos).

De mujer bárbara pasa a ser denominada por el narrador ‘intérprete’ y ‘doncella intérprete’ en el siguiente capítulo, hasta que en el capítulo 6 se menciona por primera vez su nombre al incluirla, sin más, como «la discreta Transila» (181) en el pequeño grupo de Periandro, Auristela y su ama Cloelia, salvados del holocausto de la isla por un ‘joven bárbaro’ que los lleva a la cueva de sus padres, «el bárbaro español» (159) Antonio y la bárbara Ricla. Llegan por lo tanto a una familia bilingüe, pero en la que el dominio de las lenguas ha servido para fines muy distintos. A diferencia de la familia bilingüe, el personaje de Transila pertenece plenamente al mundo septentrional y su presencia en la obra termina en el último capítulo del libro segundo, cuando el narrador recupera las riendas de la historia después del largo relato de Periandro, que este había proseguido por ruegos de Transila a finales del capítulo diecisiete6 Aparece mencionado el nombre de Transila 38 veces en el libro I, inclusive en el encabezado del capítulo 13, y 18 veces en el libro II.. Cuando los protagonistas y sus acompañantes en la huida de la isla Bárbara arriban a la isla de Golandia, Transila resume primero su función de intérprete políglota, ahora sin amos que le dicten (I.11, 207-208), mientras que al final del siguiente capítulo le quita a su padre las palabras de la boca para contar su propia historia. Se trata del capítulo 13, que tiene el epígrafe «Donde Transila prosigue la historia a quien su padre dio principio» (216). Diana de Armas Wilson ha comentado que Transila no solo «prosigue la historia», sino que se apodera de ella, contando su «propia épica de resistencia» (1991Velázquez, Sonia.2016. «“Pero, ¿quién eres tú?: The Radical Politics of a Common Language in Los trabajos de Persiles y Sigismunda». En “Si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza”: el legado poético del «Persiles» cuatrocientos años después, editado por MercedesAlcalá Galán, AntonioCortijo Ocaña y FranciscoLayna Ranz, eHumanista/Cervantes 5: 518-533. Accesible en: <https://www.ehumanista.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.span.d7_eh/files/sitefiles/cervantes/volume5/ehumancer5.finalfinal.option2.pdf>., 181). Como se verá, Transila toma control tanto de su sexualidad como de su representación.

Otra faceta importante del relato de Transila tiene que ver en cómo este introduce un material hasta entonces sin tradición literaria, como ha demostrado Lozano-Renieblas. Igual que Cervantes incorpora una nueva región al espacio novelístico7Lozano-Renieblas propone la novela de Cervantes como una de las primeras –o tal vez la primera– que aprovecha la geografía septentrional para la ficción en prosa. Véase también Davenport 2019a., incluye a personajes «mediante su propia palabra» desde una tradición oral de esta región (Lozano-Renieblas 2014Lozano-Renieblas, Isabel. 1998. Cervantes y el mundo del ‘Persiles’. Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos., 209). Según Lozano-Renieblas, el relato de Transila «personifica el tópico de la libertad irlandesa» (2014Lozano-Renieblas, Isabel. 1998. Cervantes y el mundo del ‘Persiles’. Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos., 113), referida en varias fuentes de la época, por ejemplo, Abraham Ortelio en el Teatro del orbe: «The people is wild and very uncivill: they delight in nothing more then to live idly, and libertie they preferre before great riches. I only observed the people to delight much in musicall instruments and in that to deserve some commendation» (Ortelius 1608Muñoz Sánchez, Juan Ramón. 2015. «Reflexiones sobre Los trabajos de Persiles y Sigismunda, historia setentrional». Anales Cervantinos 47: 249-288. 10.3989/anacervantinos.2015.009)8Lozano-Renieblas refiere a una edición de Amberes de 1602 en la nota 62. Yo cito una traducción inglesa impresa en Londres en 1608 (véase la bibliografía). Desambiguo las u/v en la cita. Ortelius murió en 1598.. El tópico cubre en parte la escueta descripción de los compatriotas de Transila en el texto. En cambio, a la doncella intérprete no se la puede acusar de gustar de vivir ociosamente, o de falta de ‘educación’, pero sí del temperamento necesario para defender su libertad, y también de cierta musicalidad, como revela su competencia lingüística.

TRANSILA INTÉRPRETE EN LA NARRACIÓN

 

El papel de intérprete de Transila en cuanto traductora entre lenguas ha sido estudiado sobre todo por Diana de Armas Wilson (1991Velázquez, Sonia.2016. «“Pero, ¿quién eres tú?: The Radical Politics of a Common Language in Los trabajos de Persiles y Sigismunda». En “Si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza”: el legado poético del «Persiles» cuatrocientos años después, editado por MercedesAlcalá Galán, AntonioCortijo Ocaña y FranciscoLayna Ranz, eHumanista/Cervantes 5: 518-533. Accesible en: <https://www.ehumanista.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.span.d7_eh/files/sitefiles/cervantes/volume5/ehumancer5.finalfinal.option2.pdf>., 2002Wilson, Diana de Armas. 1991. Allegories of Love. Cervantes’ ‘Persiles y Sigismunda’. Princeton: Princeton University Press., 2003Wilson, Diana de Armas. 2002. «Speaking in Tongues. Cervantes’s Translator Transila». En Never-Ending Adventure: Studies in Medieval and Early Modern Spanish Literature in Honor of Peter N. Dunn, editado por Edward H. Friedman y HarlanSturm, 235-246. Newark: Juan de la Cuesta. [2000]), quien ve en Transila una figura que revela las relaciones cubiertas de poder y conocimiento en un mundo dominado por la retórica masculina (1991Velázquez, Sonia.2016. «“Pero, ¿quién eres tú?: The Radical Politics of a Common Language in Los trabajos de Persiles y Sigismunda». En “Si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza”: el legado poético del «Persiles» cuatrocientos años después, editado por MercedesAlcalá Galán, AntonioCortijo Ocaña y FranciscoLayna Ranz, eHumanista/Cervantes 5: 518-533. Accesible en: <https://www.ehumanista.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.span.d7_eh/files/sitefiles/cervantes/volume5/ehumancer5.finalfinal.option2.pdf>., 190). Para Wilson, Transila representa una metáfora doble, tanto de opresión como de resistencia a la opresión, en un proceso de traducción que siempre es «altamente politizad[o]» (2003Wilson, Diana de Armas. 2002. «Speaking in Tongues. Cervantes’s Translator Transila». En Never-Ending Adventure: Studies in Medieval and Early Modern Spanish Literature in Honor of Peter N. Dunn, editado por Edward H. Friedman y HarlanSturm, 235-246. Newark: Juan de la Cuesta., 210). En línea con su perspectiva ‘americanista’, en Cervantes, the Novel, and the New World (2003Wilson, Diana de Armas. 2002. «Speaking in Tongues. Cervantes’s Translator Transila». En Never-Ending Adventure: Studies in Medieval and Early Modern Spanish Literature in Honor of Peter N. Dunn, editado por Edward H. Friedman y HarlanSturm, 235-246. Newark: Juan de la Cuesta.), también asocia a Transila con la intérprete de Hernán Cortés en la conquista del ‘nuevo mundo’, Malintzîn Tenepal / doña Marina / La Malinche9 Wilson comenta que George Mariscal, por su parte, ha comparado a Ricla con «La Malinche, como católica convertida y madre de familia mestiza» (2003, 215). Para otra propuesta de inspiración para Ricla, véase Davenport 2019b.. Si bien estas aportaciones son importantes para mi perspectiva, tomaré también en cuenta trabajos con enfoques diferentes que nos muestran la complejidad del personaje y su relato10Rosales 1960, Forcione 1972, Lozano-Renieblas 1998 y 2014, Pelorson 2003, Brioso y Brioso 2002 y 2006, Armstrong-Roche 2009, Muñoz Sánchez 2015 y 2018, Velázquez 2014 y 2016, da Costa Vieira 2019, Losada Palenzuela 2020. Lozano-Renieblas analiza la lectura alegórica de Diana de Armas Wilson en Cervantes en el Septentrión, editado por Davenport y Lozano-Renieblas (2019, 164-174).. La crítica más reciente destaca además la faceta estructural del episodio de Transila, que está «bien hilvanado al relato de base» (Muñoz Sánchez 2015Muñoz Sánchez, Juan Ramón. 2003. «Los episodios de los trabajos del Persiles». Hesperia. Anuario de filología hispánica VI: 148-173., 260). Esto incluye el contraste entre Transila como personaje virtuoso que lucha por su dignidad, y la «inmunda» Rosamunda como «agente de los vicios», quien aparece inmediatamente después del encuentro y narración de la historia de Transila, Mauricio y Ladislao en la isla de Golandia (I,11-14) (véase da Costa Vieira 2019Combet, Louis. 1980. Cervantès ou les incertitudes du désir. Une approche psychostructurale de l’œuvre de Cervantès. Lyon: Presses Universitaires de Lyon. Accesible en: <http://catalogue.bnf.fr/ark:/12148/cb34677799x>., 274; también Martín Morán 2019Marguet, Christine. 2019. «Viajar entre mundos: umbrales y coyunturas entre norte y sur en el Persiles». En Cervantes en el Septentrión, editado por RandiLise Davenport e Isabel Lozano-Renieblas, 211-224. Nueva York: IDEA., 230). Ruth El Saffar ve a Rosamunda y Clodio el maldiciente como la imagen negativa de Transila y Ladislao, que se comportan de manera noble, y esta ‘doble imagen’ es a la vez un espejo para la pareja protagonista de la novela (1984Davenport, Randi Lise e IsabelLozano-Renieblas, eds. 2019. Cervantes en el Septentrión. Nueva York: IDEA., 138).

Sin embargo, las calidades del personaje no se limitan a su ejemplaridad moral y su función tampoco se reduce a mensajera entre personajes de idiomas diversos en la parte septentrional de la novela. Aparte de esta contribución a la ‘otredad’ –en palabras de Lozano-Renieblas–, Transila muestra además ser conocedora de la naturaleza humana, como por ejemplo cuando interpreta la reacción de Auristela ante lo que narra el capitán sobre los sucesos de Periandro, creando una duda en el lector acerca de la identidad de los protagonistas. En su respuesta a Auristela, Transila señala asimismo la cronología de los eventos («–Advierte, señora […], todo cuanto el capitán ha contado sucedió antes de la prisión […] y que después acá os habéis visto y comunicado […]», I.23, 273) tanto para la protagonista como para los lectores. Auristela, por su parte, se preocupa por poder guardar su secreto ante este personaje perspicaz, o «poco necia» (I.23, 274), como nos indica el narrador. Pasamos a considerar la situación lingüística y la ‘barbariedad’ –u otredad– en los personajes de Transila, Ricla y Rutilio, antes de poder examinar con más precisión el interés particular que manifiesta la discreta Transila por la narración de Periandro en la segunda parte de este trabajo.

TRANSILA Y RICLA Y EL BÁRBARO ITALIANO

 

La ‘formación’ y experiencia vital de Transila le ha dotado de un talante tanto de mediadora como de emisora y receptora de relatos. Aunque no sabemos nada acerca de la educación de Transila, no es imposible colegir del estatus de su padre, que ha crecido en un ambiente de ciertos conocimientos. Así, por ejemplo, podría haber adquirido el dominio de la lengua polaca, que paradójicamente funciona como lengua franca en el septentrión (Brioso y Brioso, 2002Brioso Sánchez, Máximo y HéctorBrioso Santos. 2002. «Sobre la problemática relación entre Heliodoro y el Persiles y Sigismunda de Cervantes: el motivo de la comunicación lingüística». Criticón 86: 73-96., 73-96; Brioso Santos 2006Brioso Santos, Héctor. 2006. Cervantes y América. Madrid: Marcial Pons., 240-280)11 Véase también Brioso Santos, que argumenta en contra de la «clave del americanismo» en parte de la crítica del Persiles (2006, 240-280).. O puede haberla aprendido de su esposo, que por su nombre podría ser polaco como han sugerido Pelorson y Reyre: «“Ladislao. Rey de Hungría y Polonia […] de él se leen admirables cosas en el Breviario Polaco y en Bonfin De rebus hungarius…” (Cov. Sup., 325). Notar [sic] el juego aliterativo (a mi lado/Ladislao), como si Cervantes se divirtiera en deletrear las sílabas del nombre para repercutirlas en eco en su frase» (Pelorson 2003Ortelius, Abraham. 1608. Theatrum Orbis Terrarum Abrahami OrtelI Antuerp. Geographi Regii. = the Theatre of the Vvhole World: Set Forth by that Excellent Geographer Abraham Ortelius [Theatrum orbis terrarum]. Londres: Printed by Iohn Norton, Printer to the Kings most excellent Maiestie in Hebrew, Greeke, and Latine. Accesible en: https://www.proquest.com/books/theatrum-orbis-terrarum-abrahami-orteli-antuerp/docview/2240895785/se-2>., 118). En este último caso, el aprendizaje del polaco de Transila se puede comparar con el aprendizaje del español por parte de otra mujer septentrional, la ‘bárbara’ Ricla. Por otra parte, es interesante notar el ‘prejuicio sociocultural’ de Transila al descubrir las capacidades lingüísticas de Ricla y su hija:

La intérprete estaba admirada de oír hablar en aquella parte, y a mujeres que parecían bárbaras, otra lengua de aquella que en la isla se acostumbraba; y cuando les iba a preguntar qué misterio tenía saber ellas aquel lenguaje, lo estorbó mandar el padre a su esposa y a su hija que aderezasen con lanudas pieles el suelo de la inculta cueva

(I.4, 159).

Tal vez esto corrobore la adquisición ‘culta’ del polaco por parte de Transila, que de inmediato no parece asociar su propio aprendizaje de esta lengua mediante el ‘método inmersivo’ que resulta ser el método de Ricla para aprender ‘la lengua culta’ que habla Antonio. O, si pensamos que Transila ha aprendido el polaco de su esposo, Ladislao, tal vez no se debería haber admirado tanto al escuchar a Ricla hablar en castellano, aunque el choque se produce principalmente por el aspecto ‘bárbaro’ de la vestimenta de Ricla y Constanza12Véase Davenport (2019b, 63). Y también «Comer y vestir en el Persiles» de Aurelio González en el mismo número de Hipogrifo, 117.. Hay por lo tanto una discrepancia entre lo visual y lo auditivo en la escena para la doncella intérprete. Si bien, más adelante Transila tiene que ajustar aún más sus prejuicios al dejarse admirar por la historia que narra Ricla13 Véase Riley sobre el ‘Admiratio’ y la ‘historia variable’ de Ricla (1992, 92).. La escena representa también una variación sobre el íncipit de la novela al poner en juego las voces de un bárbaro y la hermosura de un ‘mancebo’ vestido como marinero. Lo que vocea el bárbaro se escucha de lejos como «terrible y espantoso estruendo», y se dice primero que nadie entiende las razones que pronunciaba, sino «la miserable Cloelia» (128). Pues, desde el primer párrafo aparece una mujer intérprete forzada, que con su traducción de lo que dice el bárbaro contribuye a humanizarlo, ya que no resulta ininteligible su voceo14 Véase la interpretación de Sonia Velázquez del íncipit de la novela en la que comenta muy acertadamente «it is the coincidence of speech and action that reveals one’s true character» (2014, 216). En un artículo posterior argumenta con Hannah Arendt que los personajes multilingües no se pueden identificar inequívocamente con su propia comunidad lingüística: «Such an equation requires for better or for worse the reification of individuals into types, defining the self through the attribute of shared speech. This reification […], is part of a political division between self/stranger and friends/enemies. Instead, what we see in the episode of the anonymous Italo-Norwegian and Ricote is that the answer to the question of whether one is truly the language one speaks, it is the surprise of narrative – of stories that make us who we are but of which we are not authors» (2016, 526).. Destaca entonces lo auditivo o sonoro en la escena inicial de la novela donde los dos primeros personajes que aparecen con sus nombres, Corsicurvo y Cloelia15 Ver, al respecto de la significación de los nombres, las notas complementarias en Cervantes (2017, 597-598) y de Dominique Reyre en Pelorson (2003, 113)., son personajes marginales, un bárbaro y una sirvienta.

Ya comentamos que tal vez Transila haya aprendido el polaco del mismo modo que Ricla aprendió el español, pero no se nos ofrece ninguna información acerca de su adquisición de las otras lenguas (cultas) que domina la intérprete políglota de Hibernia. Máximo Brioso Sánchez y Héctor Brioso Santos han comentado que la mención oportuna de la «pintoresca academia de las lenguas en el monasterio de Santo Tomás» (2002Brioso Sánchez, Máximo y HéctorBrioso Santos. 2002. «Sobre la problemática relación entre Heliodoro y el Persiles y Sigismunda de Cervantes: el motivo de la comunicación lingüística». Criticón 86: 73-96., 84), que explica la dominación de varias lenguas entre los personajes principales, «confirma el que sólo los bárbaros queden excluidos de esa sociedad, porque pertenecen a un ámbito marginal e incivilizado con el que apenas cabe comunicación lingüística sino por la vía de un intérprete o a través del pobre lenguaje de señas» (84). No se precisa si esta academia admitía a mujeres, pero resulta poco probable. A diferencia de Transila, como bien comentan Brioso y Brioso, Auristela no posee el plurilingüismo de otras de las mujeres septentrionales16«Periandro no en vano fue alumno aventajado de la extraordinaria academia monástica que se menciona cerca del término de la novela, genial ocurrencia del autor y donde “hay religiosos de cuatro naciones: españoles, franceses, toscanos y latinos”, los cuales “enseñan sus lenguas a la gente principal de la isla”, allá en el remoto Norte. Sería ceguera no ver alguna relación de dependencia de esta academia con el uso entre los etíopes de Heliodoro del aprendizaje del griego como lengua de cultura por parte de la gente principal, es decir, de la casa real y de la sabia y piadosa cofradía de los gimnosofistas, lo que en su país los convierte en una casta culturalmente privilegiada. Periandro-Persiles es también un privilegiado, por contraste sobre todo con su amada Auristela-Sigismunda, que disfruta sólo precariamente de la comunicación que continuamente se establece en la ruta de los peregrinos» (Brioso y Brioso 2002, 89, cursiva mía).. Estos críticos hacen un examen pormenorizado del tema del aprendizaje de lenguas en su artículo sobre la cuestión del poliglotismo implícito en el Persiles (véase 89-90). Basándose en ellos, pero lanzando otro concepto, José Luis Losada Palenzuela examina en un artículo la pluralidad lingüística en dos novelas helenizantes posteriores al Persiles, ambas publicadas en 1629 (Semprilis y Genorodano de Enríquez de Zúñiga, y Eustorgio y Clorilene de Suárez de Mendoza), comentando el caso de Transila como un ejemplo de glotodiégesis, es decir, de que las diferentes lenguas están presentes solo en la historia, no en el discurso en la novela de Cervantes17Losada (2020, 287) lanza el concepto de «glotodiégesis» para su «análisis inmanente» en contraste con los acercamientos contextuales más comunes. Traza la historia y el uso del concepto de «poliglotismo» que hace E. Canonica y su propuesta del término «poliglotismo implícito», que luego se comentó y fue aprovechado, por ejemplo, en los trabajos de Brioso (2002) y Pelorson (2003)., una práctica que desarrollan en toda su magnitud sus dos seguidores. Losada reconoce el mérito de Enríquez de Zúñiga y Suárez de Mendoza en «representar en un medio monolingüe un discurso plurilingüe» (2020Huarte de San Juan, Juan. 1989. Examen de ingenios, editado por GuillermoSerés. Madrid: Cátedra., 296). En estas dos novelas helenizantes también se hace alusión al tópico del buen conocimiento de varias lenguas entre los pueblos septentrionales, sobre todo entre los polacos, con referencias a las obras del médico Huarte de San Juan y del ‘politólogo’ Saavedra Fajardo (294-295). Como se sabe, la tesis fisio-psicológica de Huarte de San Juan niega a las mujeres el buen entendimiento e ingenio por su condición «fría y húmeda»18«[S]egún la diferencia de ingenio que cada uno tiene, se infunda una ciencia y no otra, o más o menos de cada cual de ellas, es cosa que se deja entender en el mesmo ejemplo de nuestros primeros padres; porque, llenándolos Dios a ambos de sabiduría, es conclusión averiguada que le cupo menos a Eva, por la cual razón dicen los teólogos que se atrevió el demonio a engañarla y no osó tentar al varón temiendo su mucha sabiduría. La razón de esto es, como adelante probaremos, que la compostura natural que la mujer tiene en el celebro no es capaz de mucho ingenio ni de mucha sabiduría» (Huarte de San Juan 1989, 162-163).. Mientras, según su sistema de combinación de humor y «arte y ciencia», la «gramática, latín y cualquier otra lengua» (1989Hasson, Or. 2009. «On sex-differences and science in Huarte de San Juan’s Examination of Men’s Wits». Iberoamerica global 2 (1): 195-212., 395)19«[E]l entendimiento y la memoria son potencias opuestas y contrarias; de tal manera, que el hombre que tiene gran memoria ha de ser falto de entendimiento, y el que tuviere mucho entendimiento no puede tener buena memoria, porque el celebro es imposible ser juntamente seco y húmido a predominio. […] Los padres que quisiesen gozar de hijos sabios y que tengan habilidad para letras han de procurar que nazcan varones; porque las hembras, por razón de la frialdad y humidad de su sexo, no pueden alcanzar ingenio profundo. Sólo vemos que hablan con alguna apariencia de habilidad en materias livianas y fáciles, con términos comunes y muy estudiados; pero, metidas en letras, no pueden aprender más que un poco latín, y esto por ser obra de la memoria. De la cual rudeza no tienen ellas la culpa; sino que la frialdad y humidad que las hizo hembras, esas mesmas calidades hemos probado atrás que contradicen al ingenio y habilidad» (Huarte de San Juan 1989, 339-340, 627-628). se puede alcanzar con la memoria, que depende más del humor húmedo. Sin embargo, como veremos más adelante, Transila –que es «más animosa» y que tiene «varonil brío» (I.4, 157)– desafía estos límites del ingenio femenino.

El plurilingüismo del septentrión no se reduce a la presencia de una lengua culta del meridión al lado de la lengua bárbara de Corsicurvo y Bradamiro. En el episodio que sigue a la narración de Antonio y Ricla, llega «un bárbaro gallardo, que, a grandes voces, en lengua toscana, dijo:» (I.6, 182). En la historia que narra el sienés Rutilio a continuación, aprendemos que las relaciones comerciales entre el norte de Noruega e Italia explican el hecho de que Rutilio pueda comunicarse en su propio idioma con los primeros autóctonos que encuentra: «Respondió que uno de sus pasados abuelos se había casado en ella viniendo de Italia a negocios que le importaban, y a los hijos que tuvo les enseñó su lengua y de uno en otro se extendió por todo su linaje hasta llegar a él, que era uno de sus cuartos nietos» (I.8, 191-192). Dejando de lado la verosimilitud o maravilla del viaje de Rutilio a Noruega, y el tema de la hechicera vuelta lobo que los italiano-noruegos comentan que «hay mucha abundancia en estas septentrionales partes» (I.8, 189), es interesante notar precisamente el carácter marcadamente comercial de la ciudad adonde los llevan: «toda la gente andaba por las calles con palos de tea encendidos en las manos, negociando lo que les importaba» (191). Después de contar a Rutilio sobre la existencia de «maléficas hechiceras», y explicarle la noche larga de tres meses de invierno, y que había que esperar el «día grande» cuando navíos parten a Inglaterra, Francia y España con mercancías para poder retornar a su tierra, le preguntan si tiene «algún oficio en que ganar de comer» mientras espera. Cuando Rutilio cuenta que es bailarín y que sabe hacer juegos malabares, se ríen y dicen que «aquellos ejercicios, o oficios, o como llamarlos quisiese, no corrían en Noruega ni en todas aquellas partes» (I.8, 191), donde aparentemente esta clase de diversiones no cabían. Rutilio asegura que tiene habilidad para aprender cualquier oficio cuando le preguntan si sabe de orfebrería. La economía de exportación desde un centro urbano, signo indudable de civilización, que describe Rutilio es una representación de un septentrión más diverso en los dos primeros libros. Así, es la isla Bárbara la que resulta una anomalía. El bailarín convertido en orfebre en la casa del italiano-noruego, donde convivía con su mujer e hijos, y muchos criados, no entra en detalles sobre «el gran caudal, el recibimiento y agasajo que me hicieron» para no alargar su narración, y salta al «día grande» cuando su «amo y maestro […] ordenó de llevar gran cantidad de su mercancía a otras islas por allí cercanas y a otras bien apartadas» (192). Rutilio no sale para su tierra a la primera vuelta del sol, sino que por su curiosidad y «por vender algo que ya tenía de caudal» (192) acompaña a su maestro en el viaje, que tampoco relata, sino que abrevia otra vez de forma general: «vi cosas dignas de admiración y espanto y otras de risa y contento; noté costumbres, advertí en ceremonias no vistas y de ninguna otra gente usadas» (192), para terminar al cabo de dos meses en una borrasca terrible de cuarenta días que tuvo su fin con Rutilio como el único sobreviviente. Se demuestra de nuevo su capacidad de supervivencia en condiciones insólitas, ya que lo primero que dice que se le ofreció a la vista al despertar del naufragio era «un bárbaro pendiente y ahorcado de un árbol, por donde conocí que estaba en tierra de bárbaros salvajes» (I.9, 192). Esta vez no hay entonces esperanza de poder comunicarse en su propio idioma, y la solución de Rutilio para sobrevivir entre los bárbaros salvajes es vestirse como uno de ellos (sacando la ropa del pobre ahorcado), y simular mutismo, ‘contestando’ solo con señales y cabriolas cuando se encuentra rodeado de bárbaros que le hablan en su lengua. Así, mientras Rutilio se integra entre los bárbaros simulando ser bárbaro mudo, Transila sobrevive entre ellos usando su lengua20En contraste, la lengua cobra una función ejemplar opuesta en el destino significativo del maldiciente Clodio, muerto por una flecha que atraviesa su lengua cuando entra por la puerta del aposento donde el joven Antonio, “amenazado” por el deseo erótico de la morisca Cenotia, se dispone a matarla con un flechazo del que ella logra escapar desviando el cuerpo del «más bárbaro Antonio de lo que parecía en su traje», como añade el narrador (II.8, 335). Cenotia termina su vida «colgada de una entena» después de las revueltas y el fuego del palacio de Policarpo, como atestigua el lienzo pintado en Lisboa (III.1, 439).. Rutilio también aprende «mucha parte de ella» (194), a escondidas, prestando atención y por su curiosidad. Tanto su estancia entre los noruegos como entre los bárbaros, dura lo suficiente como para poder aprender ambos idiomas, aunque el segundo de modo ‘pasivo’. La misma verosimilitud caracteriza el aprendizaje de Transila de la lengua bárbara, ya que la separación de su esposo y padre dura dos años, como nos deja saber este último: «alcancé que tu perdición había de durar dos años y que te había de cobrar este día y en esta parte» (I.13, 221). Rutilio es un representante del meridión que conoce tanto una lengua bárbara del norte, como una lengua ‘civilizada’ como el noruego. La «fragmentación lingüística del mundo septentrional» del que hablaba Forcione (1972El Saffar, Ruth. 1984. Beyond Fiction. The Recovery of the Feminine in the Novels of Cervantes. Berkeley: University of California Press., 90-91, citado en Brioso y Brioso 2002Brioso Sánchez, Máximo y HéctorBrioso Santos. 2002. «Sobre la problemática relación entre Heliodoro y el Persiles y Sigismunda de Cervantes: el motivo de la comunicación lingüística». Criticón 86: 73-96., 92) no es necesariamente un recuerdo de la confusión babélica, sino que demuestra una comunicación plurilingüística perfectamente funcional, como en el caso de la ciudad comercial adonde llegó Rutilio primero, o en el caso del reino de Cratilo, donde se usa el polaco.

Del mismo modo, el primer encuentro entre Ricla y Transila matiza la barbarie del septentrión y la relación entre lo culto e inculto. Ambas mujeres tienen la función de negociadoras para el colectivo en que se inscriben por sus conocimientos lingüísticos. Transila actúa primero como traductora forzada para el negocio de mujeres de los bárbaros. Luego, ya liberada del cautiverio, emplea su poliglotismo en beneficio del grupo de peregrinos en la isla de Golandia, como ya hemos visto; mientras Ricla, bilingüe, usa su lengua materna para negociar la compra de barcas con las que su familia ‘mestiza’ y el grupo de peregrinos salvados del cautiverio bárbaro pueden escapar de la isla incendiada en la guerra fratricida. La relación entre traducción y transacción/negocio es estrecha en ambos casos. Ricla es la ‘tesorera’ del grupo en el viaje, mientras que Transila ha sido ‘traductor jurado’ de los bárbaros. Sin embargo, Transila demuestra que no solamente conoce el arte de traducir, de transmitir lo que otros le dicen de decir, sino que también toma decisiones en negocios en nombre del grupo de peregrinos cuando arriban a Golandia, y ella es quien entiende el idioma del lugar: «Si aquí se cambia por oro o por plata lo necesario que se busca, con facilidad y abundancia seréis recompensados de lo que nos diéredes que, por subidos precios que lo vendáis, lo recibiremos como si fuese dado» (I.11, 209).

Resulta también un paralelo interesante entre Ricla y Transila que ambas reaccionen de la misma manera ante otra persona bárbara: Transila se admiró la primera vez que escuchó a Ricla hablar una lengua culta, igual que Ricla se admiró al ver que un hombre vestido de bárbaro fuera «tan piadoso que los sacase [los cautivos]» (I.6, 180) porque Rutilio aparece primero vestido de bárbaro entre la veintena de personas que arriban en una balsa desde la isla de la prisión de los bárbaros. La bárbara católica viste el mismo traje de pieles que el bárbaro, pero no concibe que un bárbaro varón pueda ser piadoso, igual que Transila no asocia el aspecto de Ricla con una lengua culta. También en el caso de Rutilio se mantiene su anonimato al inicio, pero uno de los prisioneros cuenta que el bárbaro que les había liberado les hablaba en italiano. Antes de que les interpele la voz de Rutilio «en lengua toscana» (I.6, 182), Ricla ha logrado negociar la compra de barcas para que el grupo compuesto de Auristela y Periandro, la familia ‘mixta’ de Antonio y Ricla, y ‘la discreta Transila’, puedan huir de la isla Bárbara. A continuación, examinaré la otra faceta de Transila: su competencia lectora, narradora y crítica.

TRANSILA INTÉRPRETE DE LA NARRACIÓN

 

Mi examen de la historia de Transila se apoya en la perspectiva de una historia multifacética bien integrada en el relato principal, y sostengo que estamos ante un personaje que va más allá del tópico de la mujer varonil. Cierto, Diana de Armas Wilson ha comentado en varios trabajos la complejidad del personaje de Transila; como sujeto conocedor, desde su posición de intérprete la identifica como una «figura de traducción» (2003Wilson, Diana de Armas. 2002. «Speaking in Tongues. Cervantes’s Translator Transila». En Never-Ending Adventure: Studies in Medieval and Early Modern Spanish Literature in Honor of Peter N. Dunn, editado por Edward H. Friedman y HarlanSturm, 235-246. Newark: Juan de la Cuesta., 218). Al trasladar a Transila al Nuevo Mundo, Wilson sostiene que Cervantes, con el retrato de Transila como intérprete entre los europeos y los bárbaros hace una especie de imitación heurística de la historia de Malintzîn. Sin embargo, me parece que una parte de la argumentación de Wilson para trazar este paralelo y sostener que Transila alegoriza la problemática de traducción en el Nuevo Mundo (2002Wilson, Diana de Armas. 1991. Allegories of Love. Cervantes’ ‘Persiles y Sigismunda’. Princeton: Princeton University Press., 244; 2003, 217), se basa en una lectura imprecisa de lo que dice Transila al final del capítulo 12 del segundo libro21«She is precisely aware, for example of the ‘many harmful pens’ […] ready to rewrite her story, an awareness that uncannily anticipates the ‘harmful pens’ that would demean, through sexual metaphors, the ‘real world’ female translator La Malinche» (Wilson 2003, 217). Aunque esta argumentación me parece dudosa, es muy sugestivo lo que Wilson añade a su conclusión cuando identifica a Transila como ‘figura de traducción’: que no solo escapa del cautiverio y de costumbres bárbaras, sino también da la espalda a las «exhaustas formas literarias de la antigüedad». Lo que reemplaza a los modelos obsoletos es la novela moderna, a través de traducciones tanto «reales como ficticias» (2003, 218; mi traducción).:

Yo por mí digo, Periandro, que no entiendo esa razón; sólo entiendo que le será muy grande si no cumplís el deseo que todos tenemos de saber los sucesos de vuestra historia, que me va pareciendo ser tales, que han de dar ocasión a muchas lenguas que los cuenten y muchas injuriosas plumas que la escriban

(2004Cervantes, Miguel de. 2004. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por CarlosRomero Muñoz. Madrid: Cátedra., 363).

Si bien Transila puede ser considerada como personaje que toma el control tanto sobre su sexualidad como sobre su representación, «las injuriosas plumas» a las que se refiere Transila en este pasaje no representarán su historia, sino la de Periandro que está narrando él mismo en el segundo libro en los capítulos 10 a 20, con algunas interrupciones, y que Transila muestra gran interés en escuchar22Como señala Romero en nota «Transila quiere decir que a contar la historia de Periandro, de veras extraordinaria, se atreverán muchas personas, las cuales, por no ser dignas de la empresa, acabarán injuriándola–o injuriando al protagonista» (2004, 363, nota 11). En su traducción al inglés de la novela, Celia Weller y Clark Colahan sugieren que Cervantes a través del personaje de Transila «parece aludir a la posibilidad de una continuación inexacta de la historia interesante de Periandro», tal como sucedió con la continuación de Avellaneda del Quijote (2009 [1989], 385, mi traducción).. El pasaje me parece más bien demostrar otra faceta de su quehacer interpretativo, es decir, como intérprete de la historia misma. Transila interviene incluso aquí con una sugerencia de vocablo para la historia: «Suspensa me tiene el veros capitán de salteadores (juzgué merecer este nombre vuestros pescadores valientes) y estaré esperando, también suspensa, cuál fue la primera hazaña que hicistes, y la aventura primera con que encontrastes» (2004Cervantes, Miguel de. 2004. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por CarlosRomero Muñoz. Madrid: Cátedra., 363-364)23Es de notar que los editores modernos optan por una puntuación diversa para esta propuesta interpretativa de Transila: o paréntesis (Romero Muñoz 2004; Fernández 2017, donde la referencia se encuentra en el capítulo II.13, 185; Sevilla Arroyo 2001), o punto y coma (la edición en CORDE de Florencio Sevilla Arroyo y Antonio Rey Hazas 1994, y Lerner y Lozano, Penguin Clásicos, 2016a). Para un lector moderno, el paréntesis parece contradecir la situación comunicativa en la que Transila se dirige a Periandro en habla directa. La edición del ‘canastillo’ por Juan de la Cuesta de 1617 lo pone entre comas (Cervantes 2016b, 77). En la introducción a la edición facsímil de esta, Javier Blasco cita a Leopoldo Rius y Llosellas, quien en su Bibliografía crítica de las obras de Miguel de Cervantes Saavedra (Madrid: 1895, 162) comenta: «¡cosa notable y distinta de lo que generalmente acaece en las ediciones contrahechas!, la presente aventaja en corrección del texto a la original, pues se enmendaron algunas erratas de ella y en especial muchas de sus faltas de puntuación» (2016b, XV).. Esta última parte de la frase parece revelar un buen conocimiento del arte de novelar. Como intérprete de la historia de Periandro, Transila toma la posición opuesta a la de su padre cuando este se acerca a ella para comentar su parecer acerca de que Periandro podría relatar los sucesos de su vida con menos palabras y de forma más sucinta, contestando que «lo que yo sé decir es que, ora se dilate o se sucinte en lo que dice, todo es bueno y todo da gusto» (2004Cervantes, Miguel de. 2004. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por CarlosRomero Muñoz. Madrid: Cátedra., 372). De hecho, precisamente la historia que sigue en la narración de Periandro, la de Sulpicia y su defensa de la libertad contra los marineros agresores y borrachos que han matado a su esposo y pretenden abusar de ella y de las mujeres a bordo, será de especial gusto para los oídos de Transila. Con dicha historia se potencia su propio relato de defensa contra el abuso de los hombres24 Véase la comparación de Wilson entre Transila y Sulpicia en cuanto a mujeres guerreras que se defienden contra violadores. Wilson identifica el modelo de Sulpicia como la mujer guerrera Alvilda en el capítulo 24 del quinto libro de La historia de los pueblos septentrionales de Olao Magno (1555). Sin embargo, hay demasiadas incongruencias entre las dos (véase <https://runeberg.org/olmagnus/0280.html>, o la traducción española de J. Daniel Terán Fierro en Magno (1989, 227-228), y como ha demostrado Mercedes Blanco, el episodio de Sulpicia está calcado sobre el íncipit in medias res de Teágenes y Cariclea de Heliodoro (2016, 127-130). El artículo de Blanco es además fundamental para terminar de una vez con el uso erróneo del marbete ‘novela bizantina’ para definir a la obra última de Cervantes. Véase también su artículo posterior sobre Heliodoro en Cervantes (Blanco 2017).. Periandro contribuye así en cierto sentido a la dimensión femenina de la novela, tanto por el contenido de su narración como por quién toma en consideración como receptor(as) (Davenport 2022Davenport, Randi Lise. 2019b. «Dando crédito al Septentrión: Ricla y el naufragio de Pietro Querini en la isla de Røst». Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro 7 (1): 59-71. 10.13035/H.2019.07.01.07). Acertadamente ha comentado Carolyn Lukens-Olson que los actos heroicos de Periandro son sus palabras de persuasión, no sus actos armados (2001Lozano-Renieblas, Isabel. 2014. Cervantes y los retos del ‘Persiles’. Salamanca: SEMYR., 53). Y, aunque Transila alza la voz en defensa de su honra «lanza en ristre», igual que Periandro, sus actos heroicos son sobre todo verbales. Recuérdese que Transila, para señalar a los habitantes de Golandia que vienen en paz, les dice –en su lengua, porque ya tenía experiencia de que la entendían–: «En nuestro traje y en nuestra mansedumbre echaréis de ver que antes buscamos paz que guerra, porque no hacen batalla las mujeres ni los varones afligidos» (I.11, 208). La verosimilitud lingüística es bastante pronunciada en esta escena del puerto de Golandia, en el que se acumulan varios navíos de naciones diferentes:

Uno, ¡milagro estraño!, que parecía ser de la gente de los navíos, en lengua española respondió: […] Entonces, viendo el bárbaro Antonio (o oyendo, por mejor decir) hablar su lengua, dijo: –Pues el cielo nos ha traído a parte que suene en mis oídos la dulce lengua de mi nación, casi tengo ya por cierto el fin de mis desgracias. […] En esto, un grumete que estaba en lo alto de una gavia dijo a voces en lengua inglesa: …

(I.11, 209).

El poliglotismo de Transila les ha servido de anclaje en un puerto seguro, en el que se explica la presencia de otros idiomas conocidos por los peregrinos –y por los lectores–25Wilson insiste en identificar lugares como Hibernia y Golandia con la geografía real, mientras que Cervantes los ha dejado deliberadamente ambiguos, véase Lozano-Renieblas (1998, 104-111). Muy poco se parece el puerto de Golandia con su único mesón a «la célebre ciudad protegida de Visby, en la que se alza una ciudadela muy fortificada» en la «famosísima isla de los godos, llamada Gotlandia» en el capítulo 22 del libro segundo de la Historia de gentibus septentrionalibus (Roma, 1555) de Olao Magno, por ejemplo. Aquí en traducción y edición de J. Daniel Terán Fierro, quien traduce del epítome de la obra en veintidós libros que imprimió Cristóbal Plantin en 1562. El original en latín está disponible en: <https://runeberg.org/olmagnus/>..

Volvamos a la narración de Periandro que está poniendo a prueba la paciencia de Mauricio: «Apostaré –dijo a esta sazón Mauricio a Transila, su hija– que se pone agora Periandro a describirnos toda la celeste esfera, como si importase mucho a lo que va contando el declararnos los movimientos del cielo» (I.14, 378). Sin embargo, cuando el protagonista concluye la historia de Sulpicia y los pescadores valientes con una descripción del cielo estrellado, es el esposo de Transila quien protesta contra la dilación de la historia de Periandro. Ladislao lamenta que Clodio se haya muerto, echando de menos la lengua aguda del maldiciente para dar su versión de todo lo que ahora decía Periandro, a lo que Transila responde de manera resoluta: «–Callad, señor […] que, por más que digáis, no podréis decir que no prosigue bien su cuento Periandro» (I.15, 383), defendiendo de nuevo su forma de narrar. Transila se pone al lado de la fabulación que revindica Periandro. La intérprete parece apoyar la poética de la ‘escritura desatada’ que Mercedes Alcalá Galán ha visto como central en las narraciones cervantinas26Caracteriza a la última obra de Cervantes como «una narración monumental que deja ver el taller del escritor, la urdimbre de la tela, el revés del lienzo» (2009, 209) y como «una metáfora hecha del acto de escribir» (219). Forcione ya había visto la historia de Periandro como una defensa de la literatura de ficción (véase Lukens-Olson 2001, 66, nota 12).. Son los personajes masculinos (Mauricio, Ladislao, Arnaldo) quienes se quejan de cómo Periandro narra sus sucesos ensartando un evento tras otro, mientras que los personajes femeninos (Sinforosa, Transila) lo defienden. Cierto, Sinforosa comparte con Auristela un interés amoroso por el joven, causando celos ciegos en la protagonista, pero es además la responsable de que Periandro cuente sus hazañas: «Estando, pues, juntos, como se ha dicho, un día, Sinforosa rogó encarecidamente a Periandro les contase algunos sucesos de su vida; especialmente se holgaría de saber de dónde venía la primera vez que llegó a aquella isla» (II.9, 339). La hija de Policarpo es quien con más gusto lo escucha, está «pendiente de sus palabras como con las cadenas que salían de la boca de Hércules: tal era la gracia y donaire con que Periandro contaba sus sucesos» (II.12, 356). Romero explica en nota que Hércules así figurado era el emblema de la elocuencia (356, nota 1). Mauricio, que se ha quejado de que Periandro expande los episodios «para ornato» de su historia tanto como la historia misma, sugiere a Transila que lo hace para demostrar su ingenio y «la elegancia de sus palabras» (I.14, 372). Para él, la forma de contar no prevalece sobre una sucinta historia, mientras la enamorada Sinforosa recibe cada palabra de Periandro como un regalo para su alma. Transila, en cambio, da la razón a lo último que dice su padre, pero lo juzga de manera opuesta, apreciando tanto el ingenio como la elocuencia de Periandro. Recordamos que Transila, quien ha ejercido de intérprete de idiomas en situaciones adversas, está perfectamente capacitada para evaluar por su cuenta los actos comunicativos. En las transacciones entre los bárbaros compradores y los corsarios vendedores de mujeres, tenía que traducir de forma sucinta y sin ‘ornato’. En este caso su vida dependía de la eficacia de su discurso, de cómo hablaba por otros sin introducir su propia voz: «estos mis amos no gustan que en otras pláticas me dilate, sino en aquellas que hacen al caso para su negocio» (I.3, 147). Sin embargo, una vez Periandro (vestido de mujer) está en poder de los bárbaros, la intérprete, en un acto de solidaridad entre mujeres cautivas, ‘la’ habla palabras de consuelo, aunque Periandro solo capta la sonoridad de este consuelo, ya que la intérprete se expresa en lengua no entendida por la ‘cautiva’27Para una lectura que enfoca el aspecto sonoro, o auditivo, de la novela, véase Ignacio Arellano-Torres (2022), quien comenta que hay un «doble nivel de recepción»: los personajes (intradiegético) y los lectores (extradiegético) y se aspira a un diálogo, o por lo menos a una audiencia con la que jugar.. Más tarde, en el momento de la anagnórisis entre padre e hija en la isla de Golandia, en el capítulo doce del primer libro, aprendemos que el primer acto de su voz en esta historia le salva la virginidad, cuando se rebela «en alta y colérica voz» (216) y amenaza a los hombres que la pretenden violar bajo el pretexto de la costumbre. Transila ha arrebatado la palabra a su padre en el preciso momento en que este la introduce en su historia, describiendo cómo actuó su hija cuando un hermano de su esposo entra para iniciar el ‘acto’ de la boda. Podemos decir que Mauricio introduce a su hija mediante una acotación escenográfica que prepara ‘el escenario’ para la aparición de Transila misma ante el público (y los lectores): «veis aquí donde veo salir, con una lanza terciada en las manos, a la gran sala donde toda la gente estaba, a Transila, hermosa como el sol, brava como una leona y airada como una tigre» (I.12, 216; este procedimiento para introducir un episodio o una escena es muy frecuente en la obra). En lo que sigue, Transila subraya este aspecto teatral al ‘citarse’ a sí misma reproduciendo el monólogo que dirigió a sus atacantes. Transila parece corroborar la característica de ser ‘brava’ y ‘airada’ que hace su padre de ella, al decir ella misma que habla ‘en alta y colérica voz’. Incluso, el narrador nos advierte de que la cólera tal vez no afecte a la hermosura, ni a la elocuencia de Transila: «levantándose en pie, con lengua a quien suele turbar la cólera, con el rostro hecho brasa y los ojos fuego, en efeto, con ademán que la pudiera hacer menos hermosa (si es que los accidentes tienen fuerzas de menoscabar las grandes hermosuras)» (216). Este temperamento caluroso de Transila correspondería con un temperamento masculino en la teoría de Huarte, donde el hombre es de ordinario caluroso y la mujer siempre fría, porque a pesar de que el temperamento de la mujer puede variar entre «el primer grado de frialdad» hasta «mucha frialdad y humidad» (Huarte 1989Hasson, Or. 2009. «On sex-differences and science in Huarte de San Juan’s Examination of Men’s Wits». Iberoamerica global 2 (1): 195-212., 616), no puede ser caluroso28«Y si nos acordamos que la frialdad y humidad son las calidades que echan a perder la parte racional, y sus contrarios, calor y sequedad, la perfeccionan y aumentan, hallaremos que la mujer que mostrare mucho ingenio y habilidad, terná [sic] frialdad y humidad en el primer grado; y si fuere muy boba, indicio de estar en el tercero; de los cuales dos extremos participando, arguye el segundo grado» (Huarte 1989, 614). Como explica Or Hasson en un artículo sobre las diferencias de los sexos en Huarte, los hombres tienen una variedad de temperamentos más amplia que las mujeres, porque pueden ser tanto secos como húmedos (Hasson 2009, 205). Recordemos asimismo que María de Zayas arremete contra la interpretación de Huarte en el famoso prólogo a sus Novelas amorosas y ejemplares (o, en la edición de Julián Olivares de 2017, en la Primera parte del Honesto y entretenido sarao), defendiendo que las mujeres «fuéramos tan aptas para los puestos y para las cátedras como los hombres, y quizá más agudas, por ser de natural más frío, por consistir en humedad el entendimiento» (Zayas 2007, 160).. La mujer más calurosa, es decir la de frialdad en primer grado, tiene por señales «ser avisada, de mala condición, con voz abultada, de pocas carnes, verdinegra, vellosa y fea» (624). ¿Se explican entonces el ingenio y habilidad de Transila exclusivamente por ser “mujer varonil”? Como veremos, las múltiples capacidades de la intérprete parecen ser difícilmente acorraladas por el esquema de Huarte.

Sumando la descripción de Mauricio de la costumbre «bárbara y maldita» (215) y «contra las que guarda cualquier bien ordenada república» (217) según Transila, queda claro para el público –y los lectores– que la cólera de esta última está bien justificada. Tanto es así que su esposo Ladislao sanciona su relato con «Así es verdad», además de añadir que su «hazaña» sería celebrada «en las lenguas de la fama […] por siglos eternos» (I.13, 217)29Lo que contradice el argumento de Wilson de que «las injuriosas plumas» escribirán sobre Transila. Quien sí se pronuncia de manera injuriosa es Clodio, quien en conversación con Rutilio en la corte de Policarpo comparte sus opiniones de todos, tachando a Transila de ser presunciosa y reventar «de valiente» (II.5, 309), mientras apuesta que Ladislao hubiese preferido estar tranquilo en su patria y en su casa, a pesar de la costumbre de la tierra, en vez de estar en tierra ajena a merced de foráneos. En el capítulo previo, en medio de los enredos del palacio de Policarpo, el narrador comenta que Mauricio está «haciendo designios de volver a su patria contra la voluntad de Transila, que no quería volver a la presencia de gente tan enemiga del buen decoro como la de su tierra; Ladislao, su esposo, no osaba ni quería contradecirla» (II.4, 300). Se comprueba por tanto la necesidad de Transila de ser agente activo en su propia vida.. Su acto de defensa le otorga por lo tanto laureles de heroína, podríamos decir, pero no hay que pasar por alto que su acto es sobre todo verbal. Esta experiencia le confiere cierta autoridad cuando se preocupa por la fama de «los sucesos de [la] historia» de Periandro, que corren el riesgo de que «muchas injuriosas plumas» la escriban (II.12, 363). Ya queda dicho que Transila controla su propia representación (Wilson 1991Velázquez, Sonia.2016. «“Pero, ¿quién eres tú?: The Radical Politics of a Common Language in Los trabajos de Persiles y Sigismunda». En “Si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza”: el legado poético del «Persiles» cuatrocientos años después, editado por MercedesAlcalá Galán, AntonioCortijo Ocaña y FranciscoLayna Ranz, eHumanista/Cervantes 5: 518-533. Accesible en: <https://www.ehumanista.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.span.d7_eh/files/sitefiles/cervantes/volume5/ehumancer5.finalfinal.option2.pdf>.) ante la audiencia intradiegética, pero también ante los lectores extradiegéticos. Transila misma ha ‘callado’ a eventuales injuriosas plumas de su historia, tomando la palabra de la boca de su padre e imponiendo su versión. No desmiente el adjetivo de ‘discreta’ que le confirió el narrador al nombrarla por primera vez en el capítulo 6 del primer libro. Lukens-Olsen ha comparado y comenta la eficacia del discurso de Transila ante sus detractores. Ante una práctica tan violenta, como el ritual de violación, se precisa un ingenio agudo para exponer la costumbre en todo su horror para persuadir a otros para abolirla, aunque Transila debe tener la lanza en mano para escapar de la situación (Lukens-Olson 2001Lozano-Renieblas, Isabel. 2014. Cervantes y los retos del ‘Persiles’. Salamanca: SEMYR., 65). No obstante, la retórica de su discurso es más eficaz que la de su padre, quien con sus palabras no ha logrado convencer a nadie en su pueblo en contra de dicha costumbre matrimonial. Lukens-Olson identifica a Mauricio con una mente científica y anti-retórica, cuyo conocimiento se limita a los movimientos astrales y planetarios, «mientras no sabe nada acerca de lo que mueve a los hombres y las mujeres» (Lukens-Olson 2001Lozano-Renieblas, Isabel. 2014. Cervantes y los retos del ‘Persiles’. Salamanca: SEMYR., 66). Así, no es sorprendente que Mauricio sea un personaje que no acierte en este mundo novelístico dominado por los discursos y las narraciones (66). Transila está por lo tanto mejor cualificada para aconsejar a Periandro narrador que su padre astrólogo-científico30Juan Ramón Muñoz Sánchez ha analizado cómo Transila es «la única cualificada» para entender a la protagonista Auristela en su conversación sobre los celos en el capítulo I.23, 273, «como enamorada y como casada», y de nuevo separada de «su recién recuperado esposo Ladislao» (2018, 97), haciendo de ella un espejo de la situación de la protagonista. Vemos aquí que Transila también está cualificada para entender y aconsejar al protagonista masculino.. En cuanto al carácter ‘colérico’ de Transila, como trasunto de la mujer varonil o virago, no hay que olvidar otra matización que hemos visto en sus empáticas palabras de consolación a ‘la doncella hermosa’ Periandro, disfrazado de mujer, vendida a los bárbaros (I.4, 151). También nos cuenta el narrador, al finalizar Transila su cuento en el capítulo trece del primer libro, que tenía «a todos colgados de la suavidad de su lengua» (218).

No hay duda de que la intérprete no solo domina la traducción entre lenguas, sino también el arte de narrar. Lo que ha contado Transila de su propia compra y venta por parte de los pescadores que primero «benignamente [la] recogieran y albergaron» (217-218) para luego venderla a los corsarios por no poder dividir «la presa que en mí tenían […] en partes» (218) entre todos, tal vez matice el tópico de la mujer viril, ya que no se opone en este negocio por el hecho de que tanto los pescadores como los piratas la trataron «con mejor término que mis ciudadanos» (218). Sin embargo, también se debe a su innegable obstinación, ya que no quiso pedir «bien alguno de ninguno de mi bárbara patria» (218) para ofrecer mejor precio a los pescadores que lo que ellos podían pedir a los corsarios. Incluye también el negarse a pedir ayuda de su padre o esposo, teniendo que seguir defendiéndose por sí misma. Algo que hace mediante su dominio de lenguas en los negocios de los bárbaros. Al dar a entender que se ha negado a pedir ayuda de su propio padre o esposo, señala la cobardía de ambos hombres ante las costumbres que ellos mismos consideran bárbaras. Otra razón, que tampoco se explicita pero que hay que suponer de lo que ha contado Mauricio, es que la madre de Transila, que murió cuando ella tenía dos años, debió haber sufrido la costumbre, ya que Mauricio admite no haber podido convencer a su pueblo de dejar «esta prodigiosa costumbre» (215). Pues, a pesar de subrayar que ha buscado el consentimiento de su hija en la cuestión de elegir esposo para evitar «millares de inconvenientes, que los más suelen parar en desastrados sucesos» (215), no ha podido evitar el ‘inconveniente’ más desastrado de todos para su hija31En el caso de Feliciana de la Voz, también se tematiza la violencia masculina por parte de parientes en relación con el matrimonio, aunque en este caso son su propio padre y hermanos que la persiguen por su libre elección de esposo, «que parecían más verdugos que hermanos y padre», como indica el narrador (III.5, 474).. Más adelante, cuando están reunidos padre e hija, y el grupo de peregrinos se encuentra en alta mar a bordo del navío de Arnaldo, el astrólogo judiciario tiene un «sueño turbado» que pronostica la amenaza de unos «lascivos pechos», que resultan ser dos soldados de la tripulación de Arnaldo que intentaban anegar el barco para gozar de Auristela y de Transila (I. 19, 251), causando nueva singladura con los peregrinos repartidos entre barca y esquife hasta una isla nevada.

Los piratas que compraron a Transila a los pescadores le aseguraron que su destino era ser «reina y señora de todo el universo», y no esclava, si se cumplían las profecías de los bárbaros (218). Obviamente, esto no logró disipar la ‘melancolía’ de la bella bárbara. A partir de aquí Transila apresura su narración para dar ocasión a que su padre le cuente cómo ha llegado a encontrarla en la isla de Golandia. Transila narra su propia historia de manera eficaz y conmovedora para los oyentes, devolviéndole a su padre la palabra para contar cómo la ha hallado, respondiendo así tanto a su propia curiosidad, como a la de los demás de saber el derrotero de Mauricio hasta llegar a Golandia. Deja para otra ocasión (que no llegará) el contar cómo los bárbaros la recibieron y cómo aprendió «su lengua en el tiempo que ha que falté de vuestra presencia», y sobre sus ritos y costumbres y el vano asunto de sus profecías, además de cómo ha logrado la libertad gracias al incendio de la isla y a «estos señores con quien vengo» (218). Su defensa de «la libertad fabuladora» (Alcalá Galán 2009Alcalá Galán, Mercedes. 2009. Escritura desatada: poéticas de la representación en Cervantes. Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos., 231) en la narración de Periandro, no quiere decir que Transila –o las otras narradoras femeninas– narre su historia de forma dilatada. Al contrario, la bárbara Ricla, por ejemplo, quien también arrebata la palabra a un narrador masculino en medio de una narración alargada, la de su esposo Antonio, se justifica tanto por el cansancio de él como por el de los oyentes y resume de manera sucinta la continuación de su historia común, en la lengua aprendida de su esposo. Su ‘variable historia’ despierta admiración y alabanzas de los oyentes, especialmente en Auristela, «que quedó aficionadísima a las dos bárbaras, madre e hija» (I.6, 178). A diferencia de Ricla y Transila, que irrumpen en las narraciones de los hombres para poder contar sus historias, Auristela es invitada por su ‘hermano’ a contar su historia cuando quiera al terminar él la suya a finales del capítulo 20 del segundo libro32 Aunque hay que precisar que tanto Antonio como Mauricio aprecian las narraciones de su esposa e hija, respectivamente. Wilson aprovecha tanto a Bajtín como a Irigaray para comentar cómo Mauricio y Transila relatan la historia «a dos voces» (1991, 179).. Periandro asegura que lo que le queda por decir a Auristela completará la verdad de su historia común. No obstante, según lo que nos sugiere el narrador: «No sé si tenga por cierto, de manera que ose afirmar, que Mauricio y algunos de los más oyentes se holgaron de que Periandro pusiese fin en su plática, porque, las más veces, las que son largas, aunque sean de importancia, suelen ser desabridas. Este pensamiento pudo tener Auristela» (I.21, 419-420), quien opta entonces por no contar sus aventuras en este momento. Auristela, que parece haber sacado provecho de los ejemplos de las narradoras Ricla y Transila, comparte su sensibilidad por el arte de narrar tomando en cuenta la benevolencia de los oyentes, renunciando a contar sus sucesos, aunque fueran pocos, para no cansarlos33Es muy sugestivo el comentario de Wilson en su introducción a Allegories of Love de que el Persiles ofreció a la Europa de la temprana modernidad «its most generative critique of reading» (1991, XIII).. Poco importa, en todo caso, que no hubiera sido posible seguir con las narraciones de los personajes porque sucede otra aventura: la llegada de un barco. Hasta aquí se desprende que los tres personajes femeninos muestran estar atentos a la situación comunicativa en cada caso.

La adquisición de nuevos idiomas por parte de los personajes femeninos siempre parece corresponder a finalidades pragmáticas, sean voluntarias o forzadas, y en general va unida a su relación con los varones, sea esta también voluntaria o forzada, como demuestran tanto Ricla como Transila. Periandro, en cambio, parece haber aprendido español también para apreciar la poesía de Garcilaso y citarla a la vista del río Tajo34El narrador parece aquí poner en evidencia la “falta de cultura” de Antonio el padre, cuando comenta que «lo dijera mejor Antonio el padre, si tan bien como él lo supiera, porque las lecciones de los libros muchas veces hacen más cierta experiencia de las cosas que no la tienen los mismos que las han visto, a causa de que el que lee con atención repara una y muchas veces en lo que va leyendo, y el que mira sin ella no repara en nada y, con esto, excede la lección a la vista» (505, cursiva mía). Hermosa alabanza de la lectura detenida, además de la perspectiva que presta el peregrino Periandro sobre la cultura autóctona.:

Y, así por esto como por haber mostrádole a la luz del mundo aquellos días las famosas obras del jamás alabado como se debe poeta Garcilaso de la Vega, y haberlas él visto, leído, mirado y admirado, así como vio al claro río, dijo: –¡No diremos: «Aquí dio fin a su cantar Salicio»; sino «Aquí dio principio a su cantar Salicio, aquí sobrepujó en sus églogas a sí mismo; aquí resonó su zampoña, a cuyo son se detuvieron las aguas de este río, no se movieron las hojas de los árboles, y, parándose los vientos, dieron lugar a que la admiración de su canto fuese de lengua en lengua y de gente en gentes por todas las de la tierra.» ¡Oh venturosas, pues, cristalinas aguas, doradas arenas…! ¡Qué digo yo doradas, antes de puro oro nacidas! Recoged a este pobre peregrino que, como desde lejos os adora, os piensa reverenciar de cerca

(III.8, 504-505).

Transila no cita poesía canonizada, pero sí se mete en la historia a punto de ser narrada cuando Periandro cuenta sus aventuras en los mares del norte. Sugiere el vocablo ‘salteadores’ para los ‘pescadores valientes’ que acompañan a Periandro en la búsqueda de Auristela y las mujeres robadas de la isla de los pescadores, revistiéndoles así con la fuerza de los propios salteadores a los que hace referencia Periandro: «Veisme aquí, señores que me estáis escuchando, hecho pescador y casamentero rico con mi querida hermana y pobre sin ella, robado de salteadores, y subido al grado de capitán contra ellos» (II.12, 363)35Recuérdese que el vocablo “salteador” también se discute en relación con el tema de la libertad en el capítulo 45 del Quijote de 1605: «–Venid acá, gente soez y mal nacida: ¿saltear de caminos llamáis al dar libertad a los encadenados, soltar los presos, acorrer a los miserables, alzar los caídos, remediar los menesterosos?» (Cervantes 2015, 579).. Si bien los salteadores son frecuentes en la narrativa extensa de la época de Cervantes (Castillo Solórzano, Gómez de Tejada, Lope de Vega, Mateo Alemán, Vicente Espinel, Tirso de Molina…), en ninguna obra son tan frecuentes como en la Traducción de la Historia etiópica de los amores de Teágenes y Cariclea, de Fernando de Mena, publicada en 158736Para la historia de la influencia de Heliodoro en la narrativa del Siglo de Oro, véase Carlos García Gual (2009). La primera traducción española publicada fue una traducción anónima hecha de la traducción francesa de Jacques Amyot (1534), salida de la prensa de Martín Nucio en Amberes en 1554. Para la historia de las traducciones de Heliodoro en España, véase Javier González Rovira (1995).. El segundo lugar lo ocupan la(s) novelas de Cervantes. Transila parece ser una ‘entendida’ en la materia de que se nutre el protagonista para contar su historia. En otra ocasión, cuando Transila señala la cronología de los eventos para la celosa Auristela, advirtiendo que «todo cuanto el capitán ha contado sucedió antes de la prisión de la ínsula bárbara y que después acá os habéis visto y comunicado, donde habrá[s] hallado que ni él tiene amor a nadie ni cuida de otra cosa que de darte gusto» (Cervantes 2004Cervantes, Miguel de. 2004. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por CarlosRomero Muñoz. Madrid: Cátedra., 373), también presta ayuda al lector para que no pierda el hilo.

Comentamos cómo el primer asombro de Transila al escuchar a una mujer vestida de pieles37Al llegar a Lisboa, el narrador comenta varias veces sobre la vestimenta de los extranjeros «Ricla, medianamente hermosa, pero extremadamente a lo bárbaro vestida; Constanza, hermosísima y rodeada de pieles» (III.1, 435). hablar en castellano se disipa cuando aprende de la narración del ‘bárbaro español’ cómo conoció a la bárbara, comunicándose por señas, y luego, por la boca de Ricla escucha cómo ella ha aprendido el idioma de su esposo, igual que él ha aprendido el de ella38Son numerosos los ejemplos de cómo los personajes se asombran o maravillan a través de uno de los sentidos (oído, vista), antes de percatarse de la explicación por el otro sentido. Véase también lo que Periandro dice a Antonio cuando llegan a Lisboa: «deja, Antonio, algo para nuestros ojos: que las alabanzas no lo han de decir todo, algo ha de quedar para la vista, para que con ella nos admiremos de nuevo y, así, creciendo el gusto por puntos, vendrá a ser mayor en sus estremos» (III.1, 433).. Así aprendió Ricla también el credo de la ley católica cristiana «como él la sabe» (I.6, 176). Hay por lo tanto una presencia simultánea de dos realidades lingüísticas en la ‘geografía bárbara’ que matiza considerablemente la concepción de la barbaridad39Ver al respecto el sugerente artículo ya citado de Sonia Velázquez «Of Poets and Barbarians», en particular el subcapítulo «Breaking the Linguistic Chain of Being» (2014, 214-216).. Cierto, Ricla parece ser la única mujer indígena de la Isla Bárbara, todas las demás mujeres son foráneas forzadas, o ‘mestizas’ como su hija Constanza. Nótese que Ricla no ha tomado un nombre cristiano –y tampoco se lo ha impuesto su esposo al bautizarla–, mientras que Zoraida en el Quijot e insiste en que le llamen ‘María’.

También en el nombre de Transila es difícil no ver un juego entre varios conceptos. Dominique Reyre sugiere un posible retruécano «“Trans/ila” / “Trans/i(s)la(s)”, para designar a una “mujer-migratoria” que va de isla en isla, y posible juego aliterativo con otras voces afines del mismo prefijo como “trans/itar, trans/migrar, trans/ferir, etc.”, lo que coloca al personaje en la categoría de los personajes nómadas del texto» (Pelorson 2003Ortelius, Abraham. 1608. Theatrum Orbis Terrarum Abrahami OrtelI Antuerp. Geographi Regii. = the Theatre of the Vvhole World: Set Forth by that Excellent Geographer Abraham Ortelius [Theatrum orbis terrarum]. Londres: Printed by Iohn Norton, Printer to the Kings most excellent Maiestie in Hebrew, Greeke, and Latine. Accesible en: https://www.proquest.com/books/theatrum-orbis-terrarum-abrahami-orteli-antuerp/docview/2240895785/se-2>., 126). El itinerario emocional y ‘profesional’ de Transila muestra cómo el personaje reviste varias de estas acepciones, desde que sale huyendo de sus potenciales violadores el día de su boda en Hibernia, su isla patria, en un barco pequeño que ella misma rema hasta que un viento violento la lleva a una isla cercana de pescadores, en la que aunque sí la tratan bien, es decir, no se presentan como hombres violadores, al final la tratan como mercancía, vendiéndola (sin que ella sepa el precio, y además la han despojado de sus joyas de desposada) a unos corsarios «que aquella tarde habían descubierto no lejos de sus pesquerías» (I.13, 218). La presencia de corsarios en los mares del norte se confirma en las narraciones de varios personajes, dando crédito a la larga narración de Periandro, que empieza con la mención del corso (capítulo 10 del segundo libro), que luego detalla mediante la cuantificación: «Dos meses anduvimos por el mar, sin que nos sucediese cosa de consideración alguna, puesto que le escombramos de más de sesenta navíos de cosarios» (387). Según narra Transila, los corsarios son calificados de menos bárbaros que sus conciudadanos, es decir, respetaban su integridad corporal, lo que es desde luego un requisito para poder venderla a los bárbaros en sus intentos de cumplir sus profecías que implicarían la posibilidad de convertirla en «reina y aun señora de todo el universo» (218). Sin embargo, en cuanto a su transferencia de los corsarios a los bárbaros, tanto en sentido pecuniario como en sus condiciones, Transila no nos da detalles en esta ocasión, lo reserva para más adelante, aunque esta ocasión nunca se produce (igual que sucedió con la historia de Auristela). Mientras esto se explica en el plano del discurso por la capacidad del personaje-narrador de tomar en cuenta a su auditorio y adaptarse a las circunstancias, también puede que se explique por la voluntad del autor de no sobrecargar la parte narrada en detrimento de la acción en la estructuración de la novela40Juan Ramón Muñoz Sánchez (2003, 148-173) ha estudiado detalladamente la morfología de la última novela de Cervantes en varios trabajos, véase por ejemplo «Los episodios de los trabajos del Persiles».. Transila se reviste así no solo con las características de un ‘personaje nómada’, sino que también es una pieza clave del autor en las ‘transacciones textuales’ (por decirlo de una forma que recuerda su nombre) de los dos primeros libros. Tanto como conectora entre lo que Christine Marguet (2019Magnus, Olaus. 1555. Historia de gentibvs septenrionalibvs. Roma. Accesible en: <https://runeberg.org/olmagnus/.>) ha denominado ‘micromundos’, como entre el mundo de los hombres y el mundo de las mujeres. Estas mujeres resultan poco propensas a dejarse dominar por las versiones violentas del mundo masculino. La Transila discreta y virtuosa sirve de espejo no solo para la heroína Auristela, sino también para el héroe atípico Periandro; el protagonista masculino y el personaje femenino comparten el gusto por las narraciones –y, aventuramos: de las lecturas–, aunque la referencia en este caso es explícita solo en el caso de Periandro (al citar a Garcilaso frente a la ciudad de Toledo). En un trabajo reciente, Michael Armstrong-Roche ha señalado la poca atención que ha recibido esta faceta de lector del protagonista masculino, argumentando que la balanza entre la lectura y la experiencia se inclina a favor de la primera (2023Armstrong-Roche, Michael. 2023. «“Competir con Heliodoro”: los usos de la voz narrativa, la divina providencia, la teatralidad y el protagonismo femenino en Persiles y Sigismunda». Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo 99 (2): 55-91. Accesible en: <https://publicaciones.sociedadmenendezpelayo.es/BBMP/article/view/930/889>., 77). Pienso que el reconocimiento de Periandro lector por parte de Auristela: «es discreto, como andante peregrino: que el ver mucho y el leer mucho aviva los ingenios de los hombres» (Cervantes 2004Cervantes, Miguel de. 2004. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por CarlosRomero Muñoz. Madrid: Cátedra., 314) que cita Armstrong-Roche a propósito, también se podría extender a Transila. De hecho, la propia Auristela reflexiona acerca de la discreción y la lengua de Transila: «poco necia, llevaba camino de hacerle [a Auristela] sacar a plaza toda su historia» (274). La discreta Transila ha dado buenas muestras de su avivado ingenio en su autodefensa, y, recordemos, ha tenido «a todos colgados de la suavidad de su lengua» (218). La única excepción es «[l]a mujer prisionera» (221), Rosamunda, quien con «voz levantada» critica crudamente a Transila por no doblegarse a las costumbres de «los de tu ciudad» porque «[l]a esperiencia en todas las cosas es la mejor maestra de las artes» (221-222). La ‘perversión’ de la experiencia que representa Rosamunda contrasta con la discreción –poco necia– de Transila, quien como ya sugerimos, no solo representa un espejo para la protagonista femenina, sino también para el protagonista masculino. En el trabajo citado, Armstrong-Roche sostiene que «Periandro se ve obligado a tomar prestado lo que le falta y convertirse en quizá el mejor lector de vidas ajenas en la novela» (2023Armstrong-Roche, Michael. 2023. «“Competir con Heliodoro”: los usos de la voz narrativa, la divina providencia, la teatralidad y el protagonismo femenino en Persiles y Sigismunda». Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo 99 (2): 55-91. Accesible en: <https://publicaciones.sociedadmenendezpelayo.es/BBMP/article/view/930/889>., 77), pero tal vez no tan buen lector de su propia vida, por lo que Transila le sirve de intérprete.

Nuestro examen de Transila ha argumentado que la competencia interpretativa de este personaje femenino no se limita a su plurilingüismo y traducción entre idiomas en situaciones adversas y diversas, en los dos primeros libros de Los trabajos de Persiles y Sigismunda, historia setentrional, sino que engloba otros aspectos del quehacer interpretativo como es el de narradora, receptora y crítica de la historia principal. Estos aspectos, pertenecientes a la potencia imaginativa, nos ofrecen un personaje femenino multidimensional. A pesar de su (bien justificada) cólera y su varonil brío, Transila rompe tanto el molde de la mujer viril como el esquema de Huarte de San Juan sobre las habilidades, mutuamente excluyentes de los temperamentos, de los personajes femeninos y masculinos.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES

 

La autora de este artículo declara no tener conflictos de intereses financieros, profesionales o personales que pudieran haber influido de manera inapropiada en este trabajo.

DECLARACIÓN DE CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

 

Randi Lise Davenport: conceptualización, metodología, redacción-borrador original.

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Davenport, Randi Lise. 2019b. «Dando crédito al Septentrión: Ricla y el naufragio de Pietro Querini en la isla de Røst». Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro 7 (1): 59-71. https://doi.org/10.13035/H.2019.07.01.07

21 

Davenport, Randi Lise. 2022. «Obras y palabras. Unas notas sobre Sulpicia en el Persiles de Cervantes». En Mundos del hispanismo. Una cartografía para el siglo XXI, AIH Jerusalén 2019, editado por Ruth Fine, Florinda Goldberg y Or Hassan, cap. 97. Madrid / Fráncfort: Iberoamericana / Vervuert. https://doi.org/10.31819/9783968693002_097

22 

Davenport, Randi Lise e Isabel Lozano-Renieblas, eds. 2019. Cervantes en el Septentrión. Nueva York: IDEA.

23 

El Saffar, Ruth. 1984. Beyond Fiction. The Recovery of the Feminine in the Novels of Cervantes. Berkeley: University of California Press.

24 

Forcione, Alban K. 1972. Cervantes’ Christian Romance. A Study of ‘Persiles y Sigismunda’. Princeton: Princeton University Press.

25 

García Gual, Carlos. 2009. «Sobre las influencias de las novelas griegas (mal llamadas bizantinas) en nuestro Siglo de Oro». En Studi Ispanici, XXXIV. Pisa-Roma: Istituti editoriali e poligrafici internazionali; Fabrizio Serra.

26 

González Rovira, Javier. 1995. «Una edición olvidada de Teágenes y Cariclea de Heliodoro». Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo 71: 17-24. Accesible en: <https://www.cervantesvirtual.com/obra/una-edicion-olvidada-de-teagenes-y-cariclea-de-heliodoro-980143/.>

27 

Hasson, Or. 2009. «On sex-differences and science in Huarte de San Juan’s Examination of Men’s Wits». Iberoamerica global 2 (1): 195-212.

28 

Huarte de San Juan, Juan. 1989. Examen de ingenios, editado por Guillermo Serés. Madrid: Cátedra.

29 

Losada Palenzuela, José Luis. 2020. «La pluralidad lingüística en la novela helenizante posterior al Persiles». Anales Cervantinos 52: 283-300. https://doi.org/10.3989/anacervantinos.2020.011

30 

Lozano-Renieblas, Isabel. 1998. Cervantes y el mundo del ‘Persiles’. Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos.

31 

Lozano-Renieblas, Isabel. 2014. Cervantes y los retos del ‘Persiles’. Salamanca: SEMYR.

32 

Lukens-Olson, Carolyn. 2001. «Heroics of Persuasion in Los Trabajos de Persiles y Sigismunda». Cervantes: Bulletin of the Cervantes Society of America 21 (2): 51-72.

33 

Magno, Olao. 1989. Historia de las gentes septentrionales, editado y traducido por J. Daniel Terán Fierro. Madrid: Tecnos.

34 

Magnus, Olaus. 1555. Historia de gentibvs septenrionalibvs. Roma. Accesible en: <https://runeberg.org/olmagnus/.>

35 

Marguet, Christine. 2019. «Viajar entre mundos: umbrales y coyunturas entre norte y sur en el Persiles». En Cervantes en el Septentrión, editado por Randi Lise Davenport e Isabel Lozano-Renieblas, 211-224. Nueva York: IDEA.

36 

Martín Morán, José Manuel. 2019. «El diálogo en el Persiles». En Cervantes en el Septentrión, editado por Randi Lise Davenport e Isabel Lozano-Renieblas, 225-243. Nueva York: IDEA.

37 

Muñoz Sánchez, Juan Ramón. 2003. «Los episodios de los trabajos del Persiles». Hesperia. Anuario de filología hispánica VI: 148-173.

38 

Muñoz Sánchez, Juan Ramón. 2015. «Reflexiones sobre Los trabajos de Persiles y Sigismunda, historia setentrional». Anales Cervantinos 47: 249-288. https://doi.org/10.3989/anacervantinos.2015.009

39 

Ortelius, Abraham. 1608. Theatrum Orbis Terrarum Abrahami OrtelI Antuerp. Geographi Regii. = the Theatre of the Vvhole World: Set Forth by that Excellent Geographer Abraham Ortelius [Theatrum orbis terrarum]. Londres: Printed by Iohn Norton, Printer to the Kings most excellent Maiestie in Hebrew, Greeke, and Latine. Accesible en: https://www.proquest.com/books/theatrum-orbis-terrarum-abrahami-orteli-antuerp/docview/2240895785/se-2>.

40 

Pelorson, Jean-Marc. 2003. El desafío del ‘Persiles’. Seguido de un estudio onomástico por Dominique Reyre. Toulouse: Presses Universitaires du Mirail.

41 

Riley, Edward C. 1992. Cervantes’s Theory of the Novel. Newark: Juan de la Cuesta.

42 

Rosales, Luis. 1960. Cervantes y la libertad, vol. I. Madrid: Sociedad de Estudios y Publicaciones.

43 

Velázquez, Sonia. 2014. «Of Poets and Barbarians. Challenging Linguistic Hierarchies in Cervantes’s Los trabajos de Persiles y Sigismunda». Revista Hispánica Moderna 67 (2): 205-221. Accesible en: <https://www.jstor.org/stable/43285273>.

44 

Velázquez, Sonia. 2016. «“Pero, ¿quién eres tú?: The Radical Politics of a Common Language in Los trabajos de Persiles y Sigismunda». En “Si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza”: el legado poético del «Persiles» cuatrocientos años después, editado por Mercedes Alcalá Galán, Antonio Cortijo Ocaña y Francisco Layna Ranz, eHumanista/Cervantes 5: 518-533. Accesible en: <https://www.ehumanista.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.span.d7_eh/files/sitefiles/cervantes/volume5/ehumancer5.finalfinal.option2.pdf>.

45 

Wilson, Diana de Armas. 1991. Allegories of Love. Cervantes’ ‘Persiles y Sigismunda’. Princeton: Princeton University Press.

46 

Wilson, Diana de Armas. 2002. «Speaking in Tongues. Cervantes’s Translator Transila». En Never-Ending Adventure: Studies in Medieval and Early Modern Spanish Literature in Honor of Peter N. Dunn, editado por Edward H. Friedman y Harlan Sturm, 235-246. Newark: Juan de la Cuesta.

47 

Wilson, Diana de Armas. 2003 [2000]. Cervantes, the Novel, and the New World. Oxford: Oxford University Press.

48 

Zayas, María de. 2007. Novelas amorosas y ejemplares, editado por Julián Olivares, 3.ª ed. Madrid: Cátedra.

NOTAS

 
1 

La dimensión femenina del Persiles y Sigismunda ya fue señalada por Ruth El Saffar en el quinto capítulo de su estudio Beyond Fiction. The Recovery of the Feminine in the Novels of Cervantes (1984Davenport, Randi Lise e IsabelLozano-Renieblas, eds. 2019. Cervantes en el Septentrión. Nueva York: IDEA.), mientras Louis Combet (1980Cervantes, Miguel de. 2017. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por LauraFernández,con notas deIgnacioGarcía Aguilary notas complementarias deCarlosRomero Muñozy estudio deIsabelLozano-Renieblas y LauraFernández. Madrid: Real Academia Española.) sostenía que «el Eros cervantino se pone bajo el signo de lo femenino» en su estudio ‘psicoestructural’ de la obra de Cervantes.

2 

Isabel Lozano-Renieblas documenta que «la práctica de costumbres sexuales propias del ritual de una sociedad primitiva en las islas Británicas está documentada en numerosos textos del XVI […]. Existe pues una estrecha conexión entre la historia que cuenta Transila y la información que circulaba sobre el lugar de dónde [sic] dice proceder. […] lo realmente relevante es el vínculo que establece entre historia y espacio al que se la atribuye» (1998Losada Palenzuela, José Luis. 2020. «La pluralidad lingüística en la novela helenizante posterior al Persiles». Anales Cervantinos 52: 283-300. 10.3989/anacervantinos.2020.011, 142-143). También remito al estudio de Lozano-Renieblas para el estatus de los nombres «Hibernia» e «Irlanda», que en «el Persiles se corresponden con dos países distintos» (1998Losada Palenzuela, José Luis. 2020. «La pluralidad lingüística en la novela helenizante posterior al Persiles». Anales Cervantinos 52: 283-300. 10.3989/anacervantinos.2020.011, 142).

3 

Para una interpretación del rol de Sulpicia, véase Davenport 2022Davenport, Randi Lise. 2019b. «Dando crédito al Septentrión: Ricla y el naufragio de Pietro Querini en la isla de Røst». Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro 7 (1): 59-71. 10.13035/H.2019.07.01.07.

4 

Transila habla en los siguientes capítulos: I.3, I.4, I.11, I.12, I.13, I.18, I.23, II.12, II.14, II.15, y es mencionada por otros personajes, o por el narrador, en I.6, I.14, I.23, II.1, II.5, y, finalmente en IV.8, Arnaldo cuenta al grupo de peregrinos en Roma que Transila, Mauricio y Ladislao «habían dejado su patria y pasádose a vivir más pacíficamente a Inglaterra» (679). Siempre cito por la 2.ª edición revisada de Romero Muñoz, si no se indica otra fuente. Incluyo la mención del libro y capítulo en la referencia, si no se ha mencionado explícitamente en el texto, para facilitar el manejo de otras ediciones.

5 

Brioso y Brioso constatan que en el Persiles prevalece el poliglotismo implícito, es decir, que la variación lingüística aparece en la historia, no en el nivel del discurso (2002Brioso Sánchez, Máximo y HéctorBrioso Santos. 2002. «Sobre la problemática relación entre Heliodoro y el Persiles y Sigismunda de Cervantes: el motivo de la comunicación lingüística». Criticón 86: 73-96., 86). Mercedes Blanco añade sobre el poliglotismo implícito que «su insólita frecuencia constituye una característica aislada en sus [Heliodoro y Cervantes] respectivos contextos literarios, y por ello aporta una sólida confirmación de que el escritor español no invoca el modelo de Las Etiópicas por capricho o por vanidad y que leyó la obra con gran atención. Es tentador interpretar el poliglotismo implícito como uno de esos detalles naturalistas que certifican que los dos autores están consolidando un género, la novela, proclive al realismo. Lo que es seguro es que, a través de este poliglotismo, el relato contempla, tal vez dándoles el rango de tema central, las divisiones y posibles conflictos que acarrea la pluralidad de culturas y su falta de transparencia mutua. En Heliodoro como en Cervantes, el problema va unido a un cuestionamiento de la oposición entre civilización y barbarie» (Blanco 2016Blanco, Mercedes. 2016. «El renacimiento de Heliodoro en Cervantes». En “Si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza”: el legado poético del «Persiles» cuatrocientos años después, editado por Mercedes Alcalá Galán, AntonioCortijo Ocaña y FranciscoLayna Ranz. eHumanista/Cervantes 5: 103-138. Número monográfico. Accesible en: <https://www.ehumanista.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.span.d7_eh/files/sitefiles/cervantes/volume5/ehumancer5.finalfinal.option2.pdf.>, 116).

6 

Aparece mencionado el nombre de Transila 38 veces en el libro I, inclusive en el encabezado del capítulo 13, y 18 veces en el libro II.

7 

Lozano-Renieblas propone la novela de Cervantes como una de las primeras –o tal vez la primera– que aprovecha la geografía septentrional para la ficción en prosa. Véase también Davenport 2019aDa Costa Vieira, Maria Augusta. 2019. «“Ni el bien es eterno ni el mal durable”: conversación y diálogo en el Persiles». En Cervantes en el Septentrión, editado por RandiLise Davenport e IsabelLozano-Renieblas, 271-279. Nueva York: IDEA..

8 

Lozano-Renieblas refiere a una edición de Amberes de 1602 en la nota 62. Yo cito una traducción inglesa impresa en Londres en 1608Muñoz Sánchez, Juan Ramón. 2015. «Reflexiones sobre Los trabajos de Persiles y Sigismunda, historia setentrional». Anales Cervantinos 47: 249-288. 10.3989/anacervantinos.2015.009 (véase la bibliografía). Desambiguo las u/v en la cita. Ortelius murió en 1598.

9 

Wilson comenta que George Mariscal, por su parte, ha comparado a Ricla con «La Malinche, como católica convertida y madre de familia mestiza» (2003Wilson, Diana de Armas. 2002. «Speaking in Tongues. Cervantes’s Translator Transila». En Never-Ending Adventure: Studies in Medieval and Early Modern Spanish Literature in Honor of Peter N. Dunn, editado por Edward H. Friedman y HarlanSturm, 235-246. Newark: Juan de la Cuesta., 215). Para otra propuesta de inspiración para Ricla, véase Davenport 2019bDavenport, Randi Lise. 2019a. «Le premier positionnement dans le champs littéraire du ‘Nord du Nord’ et l’imaginaire européen: Les Travaux de Persiles et de Sigismonde, Historie Septentrionale (1617) de Miguel de Cervantès». En L’écriture du ‘Nord du Nord’: construction d’images, confrontation au réel et positionnement dans le champ littéraire editado por AnnieBourguignon y KonradHarrer, 27-39. Berlín: Frank & Timme..

10 

Rosales 1960Riley, Edward C.1992. Cervantes’s Theory of the Novel. Newark: Juan de la Cuesta., Forcione 1972El Saffar, Ruth. 1984. Beyond Fiction. The Recovery of the Feminine in the Novels of Cervantes. Berkeley: University of California Press., Lozano-Renieblas 1998Losada Palenzuela, José Luis. 2020. «La pluralidad lingüística en la novela helenizante posterior al Persiles». Anales Cervantinos 52: 283-300. 10.3989/anacervantinos.2020.011 y 2014Lozano-Renieblas, Isabel. 1998. Cervantes y el mundo del ‘Persiles’. Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos., Pelorson 2003Ortelius, Abraham. 1608. Theatrum Orbis Terrarum Abrahami OrtelI Antuerp. Geographi Regii. = the Theatre of the Vvhole World: Set Forth by that Excellent Geographer Abraham Ortelius [Theatrum orbis terrarum]. Londres: Printed by Iohn Norton, Printer to the Kings most excellent Maiestie in Hebrew, Greeke, and Latine. Accesible en: https://www.proquest.com/books/theatrum-orbis-terrarum-abrahami-orteli-antuerp/docview/2240895785/se-2>., Brioso y Brioso 2002Brioso Sánchez, Máximo y HéctorBrioso Santos. 2002. «Sobre la problemática relación entre Heliodoro y el Persiles y Sigismunda de Cervantes: el motivo de la comunicación lingüística». Criticón 86: 73-96. y 2006Brioso Santos, Héctor. 2006. Cervantes y América. Madrid: Marcial Pons., Armstrong-Roche 2009Armstrong-Roche, Michael. 2009. Cervantes’ Epic Novel: Empire, Religion, and the Dream Life of Heroes in ‘Persiles’. Toronto: University of Toronto Press., Muñoz Sánchez 2015Muñoz Sánchez, Juan Ramón. 2003. «Los episodios de los trabajos del Persiles». Hesperia. Anuario de filología hispánica VI: 148-173. y 2018, Velázquez 2014Rosales, Luis. 1960. Cervantes y la libertad, vol. I. Madrid: Sociedad de Estudios y Publicaciones. y 2016Velázquez, Sonia. 2014. «Of Poets and Barbarians. Challenging Linguistic Hierarchies in Cervantes’s Los trabajos de Persiles y Sigismunda». Revista Hispánica Moderna 67 (2): 205-221. Accesible en: <https://www.jstor.org/stable/43285273>., da Costa Vieira 2019Combet, Louis. 1980. Cervantès ou les incertitudes du désir. Une approche psychostructurale de l’œuvre de Cervantès. Lyon: Presses Universitaires de Lyon. Accesible en: <http://catalogue.bnf.fr/ark:/12148/cb34677799x>., Losada Palenzuela 2020Huarte de San Juan, Juan. 1989. Examen de ingenios, editado por GuillermoSerés. Madrid: Cátedra.. Lozano-Renieblas analiza la lectura alegórica de Diana de Armas Wilson en Cervantes en el Septentrión, editado por Davenport y Lozano-Renieblas (2019Davenport, Randi Lise. 2022. «Obras y palabras. Unas notas sobre Sulpicia en el Persiles de Cervantes». En Mundos del hispanismo. Una cartografía para el siglo XXI, AIH Jerusalén 2019, editado por RuthFine, FlorindaGoldberg y OrHassan, cap. 97. Madrid / Fráncfort: Iberoamericana / Vervuert. 10.31819/9783968693002_097, 164-174).

11 

Véase también Brioso Santos, que argumenta en contra de la «clave del americanismo» en parte de la crítica del Persiles (2006Brioso Santos, Héctor. 2006. Cervantes y América. Madrid: Marcial Pons., 240-280).

12 

Véase Davenport (2019bDavenport, Randi Lise. 2019a. «Le premier positionnement dans le champs littéraire du ‘Nord du Nord’ et l’imaginaire européen: Les Travaux de Persiles et de Sigismonde, Historie Septentrionale (1617) de Miguel de Cervantès». En L’écriture du ‘Nord du Nord’: construction d’images, confrontation au réel et positionnement dans le champ littéraire editado por AnnieBourguignon y KonradHarrer, 27-39. Berlín: Frank & Timme., 63). Y también «Comer y vestir en el Persiles» de Aurelio González en el mismo número de Hipogrifo, 117.

13 

Véase Riley sobre el ‘Admiratio’ y la ‘historia variable’ de Ricla (1992Pelorson, Jean-Marc. 2003. El desafío del ‘Persiles’. Seguido de un estudio onomástico por Dominique Reyre. Toulouse: Presses Universitaires du Mirail., 92).

14 

Véase la interpretación de Sonia Velázquez del íncipit de la novela en la que comenta muy acertadamente «it is the coincidence of speech and action that reveals one’s true character» (2014Rosales, Luis. 1960. Cervantes y la libertad, vol. I. Madrid: Sociedad de Estudios y Publicaciones., 216). En un artículo posterior argumenta con Hannah Arendt que los personajes multilingües no se pueden identificar inequívocamente con su propia comunidad lingüística: «Such an equation requires for better or for worse the reification of individuals into types, defining the self through the attribute of shared speech. This reification […], is part of a political division between self/stranger and friends/enemies. Instead, what we see in the episode of the anonymous Italo-Norwegian and Ricote is that the answer to the question of whether one is truly the language one speaks, it is the surprise of narrative – of stories that make us who we are but of which we are not authors» (2016, 526).

15 

Ver, al respecto de la significación de los nombres, las notas complementarias en Cervantes (2017Cervantes, Miguel de. 2016b. Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Historia Septentrional. Por Miguel de Cervantes Saavedra. Madrid: Juan de la Cuesta 1617, edición facsímil e introducción deJavierBlasco. Valladolid: Universidad de Valladolid., 597-598) y de Dominique Reyre en Pelorson (2003Ortelius, Abraham. 1608. Theatrum Orbis Terrarum Abrahami OrtelI Antuerp. Geographi Regii. = the Theatre of the Vvhole World: Set Forth by that Excellent Geographer Abraham Ortelius [Theatrum orbis terrarum]. Londres: Printed by Iohn Norton, Printer to the Kings most excellent Maiestie in Hebrew, Greeke, and Latine. Accesible en: https://www.proquest.com/books/theatrum-orbis-terrarum-abrahami-orteli-antuerp/docview/2240895785/se-2>., 113).

16 

«Periandro no en vano fue alumno aventajado de la extraordinaria academia monástica que se menciona cerca del término de la novela, genial ocurrencia del autor y donde “hay religiosos de cuatro naciones: españoles, franceses, toscanos y latinos”, los cuales “enseñan sus lenguas a la gente principal de la isla”, allá en el remoto Norte. Sería ceguera no ver alguna relación de dependencia de esta academia con el uso entre los etíopes de Heliodoro del aprendizaje del griego como lengua de cultura por parte de la gente principal, es decir, de la casa real y de la sabia y piadosa cofradía de los gimnosofistas, lo que en su país los convierte en una casta culturalmente privilegiada. Periandro-Persiles es también un privilegiado, por contraste sobre todo con su amada Auristela-Sigismunda, que disfruta sólo precariamente de la comunicación que continuamente se establece en la ruta de los peregrinos» (Brioso y Brioso 2002Brioso Sánchez, Máximo y HéctorBrioso Santos. 2002. «Sobre la problemática relación entre Heliodoro y el Persiles y Sigismunda de Cervantes: el motivo de la comunicación lingüística». Criticón 86: 73-96., 89, cursiva mía).

17 

Losada (2020Huarte de San Juan, Juan. 1989. Examen de ingenios, editado por GuillermoSerés. Madrid: Cátedra., 287) lanza el concepto de «glotodiégesis» para su «análisis inmanente» en contraste con los acercamientos contextuales más comunes. Traza la historia y el uso del concepto de «poliglotismo» que hace E. Canonica y su propuesta del término «poliglotismo implícito», que luego se comentó y fue aprovechado, por ejemplo, en los trabajos de Brioso (2002Brioso Sánchez, Máximo y HéctorBrioso Santos. 2002. «Sobre la problemática relación entre Heliodoro y el Persiles y Sigismunda de Cervantes: el motivo de la comunicación lingüística». Criticón 86: 73-96.) y Pelorson (2003Ortelius, Abraham. 1608. Theatrum Orbis Terrarum Abrahami OrtelI Antuerp. Geographi Regii. = the Theatre of the Vvhole World: Set Forth by that Excellent Geographer Abraham Ortelius [Theatrum orbis terrarum]. Londres: Printed by Iohn Norton, Printer to the Kings most excellent Maiestie in Hebrew, Greeke, and Latine. Accesible en: https://www.proquest.com/books/theatrum-orbis-terrarum-abrahami-orteli-antuerp/docview/2240895785/se-2>.).

18 

«[S]egún la diferencia de ingenio que cada uno tiene, se infunda una ciencia y no otra, o más o menos de cada cual de ellas, es cosa que se deja entender en el mesmo ejemplo de nuestros primeros padres; porque, llenándolos Dios a ambos de sabiduría, es conclusión averiguada que le cupo menos a Eva, por la cual razón dicen los teólogos que se atrevió el demonio a engañarla y no osó tentar al varón temiendo su mucha sabiduría. La razón de esto es, como adelante probaremos, que la compostura natural que la mujer tiene en el celebro no es capaz de mucho ingenio ni de mucha sabiduría» (Huarte de San Juan 1989Hasson, Or. 2009. «On sex-differences and science in Huarte de San Juan’s Examination of Men’s Wits». Iberoamerica global 2 (1): 195-212., 162-163).

19 

«[E]l entendimiento y la memoria son potencias opuestas y contrarias; de tal manera, que el hombre que tiene gran memoria ha de ser falto de entendimiento, y el que tuviere mucho entendimiento no puede tener buena memoria, porque el celebro es imposible ser juntamente seco y húmido a predominio. […] Los padres que quisiesen gozar de hijos sabios y que tengan habilidad para letras han de procurar que nazcan varones; porque las hembras, por razón de la frialdad y humidad de su sexo, no pueden alcanzar ingenio profundo. Sólo vemos que hablan con alguna apariencia de habilidad en materias livianas y fáciles, con términos comunes y muy estudiados; pero, metidas en letras, no pueden aprender más que un poco latín, y esto por ser obra de la memoria. De la cual rudeza no tienen ellas la culpa; sino que la frialdad y humidad que las hizo hembras, esas mesmas calidades hemos probado atrás que contradicen al ingenio y habilidad» (Huarte de San Juan 1989Hasson, Or. 2009. «On sex-differences and science in Huarte de San Juan’s Examination of Men’s Wits». Iberoamerica global 2 (1): 195-212., 339-340, 627-628).

20 

En contraste, la lengua cobra una función ejemplar opuesta en el destino significativo del maldiciente Clodio, muerto por una flecha que atraviesa su lengua cuando entra por la puerta del aposento donde el joven Antonio, “amenazado” por el deseo erótico de la morisca Cenotia, se dispone a matarla con un flechazo del que ella logra escapar desviando el cuerpo del «más bárbaro Antonio de lo que parecía en su traje», como añade el narrador (II.8, 335). Cenotia termina su vida «colgada de una entena» después de las revueltas y el fuego del palacio de Policarpo, como atestigua el lienzo pintado en Lisboa (III.1, 439).

21 

«She is precisely aware, for example of the ‘many harmful pens’ […] ready to rewrite her story, an awareness that uncannily anticipates the ‘harmful pens’ that would demean, through sexual metaphors, the ‘real world’ female translator La Malinche» (Wilson 2003Wilson, Diana de Armas. 2002. «Speaking in Tongues. Cervantes’s Translator Transila». En Never-Ending Adventure: Studies in Medieval and Early Modern Spanish Literature in Honor of Peter N. Dunn, editado por Edward H. Friedman y HarlanSturm, 235-246. Newark: Juan de la Cuesta., 217). Aunque esta argumentación me parece dudosa, es muy sugestivo lo que Wilson añade a su conclusión cuando identifica a Transila como ‘figura de traducción’: que no solo escapa del cautiverio y de costumbres bárbaras, sino también da la espalda a las «exhaustas formas literarias de la antigüedad». Lo que reemplaza a los modelos obsoletos es la novela moderna, a través de traducciones tanto «reales como ficticias» (2003Wilson, Diana de Armas. 2002. «Speaking in Tongues. Cervantes’s Translator Transila». En Never-Ending Adventure: Studies in Medieval and Early Modern Spanish Literature in Honor of Peter N. Dunn, editado por Edward H. Friedman y HarlanSturm, 235-246. Newark: Juan de la Cuesta., 218; mi traducción).

22 

Como señala Romero en nota «Transila quiere decir que a contar la historia de Periandro, de veras extraordinaria, se atreverán muchas personas, las cuales, por no ser dignas de la empresa, acabarán injuriándola–o injuriando al protagonista» (2004Cervantes, Miguel de. 2004. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por CarlosRomero Muñoz. Madrid: Cátedra., 363, nota 11). En su traducción al inglés de la novela, Celia Weller y Clark Colahan sugieren que Cervantes a través del personaje de Transila «parece aludir a la posibilidad de una continuación inexacta de la historia interesante de Periandro», tal como sucedió con la continuación de Avellaneda del Quijote (2009Cervantes, Miguel de. 2009[1989]. ‘The Trials of Persiles and Sigismunda’. A Northern Story, traducción, notas e introducción de CeliaRichmond Weller y Clark A. Colahan. Indianápolis / Cambridge: Hackett. [1989], 385, mi traducción).

23 

Es de notar que los editores modernos optan por una puntuación diversa para esta propuesta interpretativa de Transila: o paréntesis (Romero Muñoz 2004; Fernández 2017, donde la referencia se encuentra en el capítulo II.13, 185; Sevilla Arroyo 2001Cervantes, Miguel de. 2001. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por FlorencioSevilla Arroyo. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Accesible en: https://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcpv6g0>.), o punto y coma (la edición en CORDE de Florencio Sevilla Arroyo y Antonio Rey Hazas 1994Cervantes, Miguel de. 1994. Los trabajos de Persiles y Segismunda, editado por FlorencioSevilla Arroyo y AntonioRey Hazas. Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos. Accesible en:. http://www.rae.es. Banco de datos (CORDE) Corpus diacrónico del español., y Lerner y Lozano, Penguin Clásicos, 2016aCervantes, Miguel de. 2016a. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por IsaíasLerner e IsabelLozano-Renieblas. Barcelona: Penguin Clásicos.). Para un lector moderno, el paréntesis parece contradecir la situación comunicativa en la que Transila se dirige a Periandro en habla directa. La edición del ‘canastillo’ por Juan de la Cuesta de 1617 lo pone entre comas (Cervantes 2016bCervantes, Miguel de. 2016a. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por IsaíasLerner e IsabelLozano-Renieblas. Barcelona: Penguin Clásicos., 77). En la introducción a la edición facsímil de esta, Javier Blasco cita a Leopoldo Rius y Llosellas, quien en su Bibliografía crítica de las obras de Miguel de Cervantes Saavedra (Madrid: 1895, 162) comenta: «¡cosa notable y distinta de lo que generalmente acaece en las ediciones contrahechas!, la presente aventaja en corrección del texto a la original, pues se enmendaron algunas erratas de ella y en especial muchas de sus faltas de puntuación» (2016bCervantes, Miguel de. 2016a. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, editado por IsaíasLerner e IsabelLozano-Renieblas. Barcelona: Penguin Clásicos., XV).

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Véase la comparación de Wilson entre Transila y Sulpicia en cuanto a mujeres guerreras que se defienden contra violadores. Wilson identifica el modelo de Sulpicia como la mujer guerrera Alvilda en el capítulo 24 del quinto libro de La historia de los pueblos septentrionales de Olao Magno (1555). Sin embargo, hay demasiadas incongruencias entre las dos (véase <https://runeberg.org/olmagnus/0280.html>, o la traducción española de J. Daniel Terán Fierro en Magno (1989Lukens-Olson, Carolyn. 2001. «Heroics of Persuasion in Los Trabajos de Persiles y Sigismunda». Cervantes: Bulletin of the Cervantes Society of America 21 (2): 51-72., 227-228), y como ha demostrado Mercedes Blanco, el episodio de Sulpicia está calcado sobre el íncipit in medias res de Teágenes y Cariclea de Heliodoro (2016Blanco, Mercedes. 2016. «El renacimiento de Heliodoro en Cervantes». En “Si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza”: el legado poético del «Persiles» cuatrocientos años después, editado por Mercedes Alcalá Galán, AntonioCortijo Ocaña y FranciscoLayna Ranz. eHumanista/Cervantes 5: 103-138. Número monográfico. Accesible en: <https://www.ehumanista.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.span.d7_eh/files/sitefiles/cervantes/volume5/ehumancer5.finalfinal.option2.pdf.>, 127-130). El artículo de Blanco es además fundamental para terminar de una vez con el uso erróneo del marbete ‘novela bizantina’ para definir a la obra última de Cervantes. Véase también su artículo posterior sobre Heliodoro en Cervantes (Blanco 2017Blanco, Mercedes. 2017. «Heliodoro en Cervantes: artificios griegos y parejas divinas entre dos mundos». En Ficciones entre mundos. Nuevas lecturas de ‘Los trabajos de Persiles y Sigismunda’ de Miguel de Cervantes, editado por JörgDünne, 19-43. Kassel: Reichenberger.).

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Wilson insiste en identificar lugares como Hibernia y Golandia con la geografía real, mientras que Cervantes los ha dejado deliberadamente ambiguos, véase Lozano-Renieblas (1998Losada Palenzuela, José Luis. 2020. «La pluralidad lingüística en la novela helenizante posterior al Persiles». Anales Cervantinos 52: 283-300. 10.3989/anacervantinos.2020.011, 104-111). Muy poco se parece el puerto de Golandia con su único mesón a «la célebre ciudad protegida de Visby, en la que se alza una ciudadela muy fortificada» en la «famosísima isla de los godos, llamada Gotlandia» en el capítulo 22 del libro segundo de la Historia de gentibus septentrionalibus (Roma, 1555Magno, Olao. 1989. Historia de las gentes septentrionales, editado y traducido porJ. DanielTerán Fierro. Madrid: Tecnos.) de Olao Magno, por ejemplo. Aquí en traducción y edición de J. Daniel Terán Fierro, quien traduce del epítome de la obra en veintidós libros que imprimió Cristóbal Plantin en 1562. El original en latín está disponible en: <https://runeberg.org/olmagnus/>.

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Caracteriza a la última obra de Cervantes como «una narración monumental que deja ver el taller del escritor, la urdimbre de la tela, el revés del lienzo» (2009Cervantes, Miguel de. 2009[1989]. ‘The Trials of Persiles and Sigismunda’. A Northern Story, traducción, notas e introducción de CeliaRichmond Weller y Clark A. Colahan. Indianápolis / Cambridge: Hackett., 209) y como «una metáfora hecha del acto de escribir» (219). Forcione ya había visto la historia de Periandro como una defensa de la literatura de ficción (véase Lukens-Olson 2001Lozano-Renieblas, Isabel. 2014. Cervantes y los retos del ‘Persiles’. Salamanca: SEMYR., 66, nota 12).

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Para una lectura que enfoca el aspecto sonoro, o auditivo, de la novela, véase Ignacio Arellano-Torres (2022Arellano-Torres, Ignacio. 2022. «Paisaje sonoro y oralidad en Los trabajos de Persiles y Sigismunda». Cervantes: Bulletin of the Cervantes Society of America 42 (1): 15-34. 10.1353/cer.2022.0002), quien comenta que hay un «doble nivel de recepción»: los personajes (intradiegético) y los lectores (extradiegético) y se aspira a un diálogo, o por lo menos a una audiencia con la que jugar.

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«Y si nos acordamos que la frialdad y humidad son las calidades que echan a perder la parte racional, y sus contrarios, calor y sequedad, la perfeccionan y aumentan, hallaremos que la mujer que mostrare mucho ingenio y habilidad, terná [sic] frialdad y humidad en el primer grado; y si fuere muy boba, indicio de estar en el tercero; de los cuales dos extremos participando, arguye el segundo grado» (Huarte 1989Hasson, Or. 2009. «On sex-differences and science in Huarte de San Juan’s Examination of Men’s Wits». Iberoamerica global 2 (1): 195-212., 614). Como explica Or Hasson en un artículo sobre las diferencias de los sexos en Huarte, los hombres tienen una variedad de temperamentos más amplia que las mujeres, porque pueden ser tanto secos como húmedos (Hasson 2009González Rovira, Javier. 1995. «Una edición olvidada de Teágenes y Cariclea de Heliodoro». Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo 71: 17-24. Accesible en: <https://www.cervantesvirtual.com/obra/una-edicion-olvidada-de-teagenes-y-cariclea-de-heliodoro-980143/.>, 205). Recordemos asimismo que María de Zayas arremete contra la interpretación de Huarte en el famoso prólogo a sus Novelas amorosas y ejemplares (o, en la edición de Julián Olivares de 2017, en la Primera parte del Honesto y entretenido sarao), defendiendo que las mujeres «fuéramos tan aptas para los puestos y para las cátedras como los hombres, y quizá más agudas, por ser de natural más frío, por consistir en humedad el entendimiento» (Zayas 2007Wilson, Diana de Armas. 2003[2000]. Cervantes, the Novel, and the New World. Oxford: Oxford University Press., 160).

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Lo que contradice el argumento de Wilson de que «las injuriosas plumas» escribirán sobre Transila. Quien sí se pronuncia de manera injuriosa es Clodio, quien en conversación con Rutilio en la corte de Policarpo comparte sus opiniones de todos, tachando a Transila de ser presunciosa y reventar «de valiente» (II.5, 309), mientras apuesta que Ladislao hubiese preferido estar tranquilo en su patria y en su casa, a pesar de la costumbre de la tierra, en vez de estar en tierra ajena a merced de foráneos. En el capítulo previo, en medio de los enredos del palacio de Policarpo, el narrador comenta que Mauricio está «haciendo designios de volver a su patria contra la voluntad de Transila, que no quería volver a la presencia de gente tan enemiga del buen decoro como la de su tierra; Ladislao, su esposo, no osaba ni quería contradecirla» (II.4, 300). Se comprueba por tanto la necesidad de Transila de ser agente activo en su propia vida.

30 

Juan Ramón Muñoz Sánchez ha analizado cómo Transila es «la única cualificada» para entender a la protagonista Auristela en su conversación sobre los celos en el capítulo I.23, 273, «como enamorada y como casada», y de nuevo separada de «su recién recuperado esposo Ladislao» (2018, 97), haciendo de ella un espejo de la situación de la protagonista. Vemos aquí que Transila también está cualificada para entender y aconsejar al protagonista masculino.

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En el caso de Feliciana de la Voz, también se tematiza la violencia masculina por parte de parientes en relación con el matrimonio, aunque en este caso son su propio padre y hermanos que la persiguen por su libre elección de esposo, «que parecían más verdugos que hermanos y padre», como indica el narrador (III.5, 474).

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Aunque hay que precisar que tanto Antonio como Mauricio aprecian las narraciones de su esposa e hija, respectivamente. Wilson aprovecha tanto a Bajtín como a Irigaray para comentar cómo Mauricio y Transila relatan la historia «a dos voces» (1991Velázquez, Sonia.2016. «“Pero, ¿quién eres tú?: The Radical Politics of a Common Language in Los trabajos de Persiles y Sigismunda». En “Si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza”: el legado poético del «Persiles» cuatrocientos años después, editado por MercedesAlcalá Galán, AntonioCortijo Ocaña y FranciscoLayna Ranz, eHumanista/Cervantes 5: 518-533. Accesible en: <https://www.ehumanista.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.span.d7_eh/files/sitefiles/cervantes/volume5/ehumancer5.finalfinal.option2.pdf>., 179).

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Es muy sugestivo el comentario de Wilson en su introducción a Allegories of Love de que el Persiles ofreció a la Europa de la temprana modernidad «its most generative critique of reading» (1991Velázquez, Sonia.2016. «“Pero, ¿quién eres tú?: The Radical Politics of a Common Language in Los trabajos de Persiles y Sigismunda». En “Si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza”: el legado poético del «Persiles» cuatrocientos años después, editado por MercedesAlcalá Galán, AntonioCortijo Ocaña y FranciscoLayna Ranz, eHumanista/Cervantes 5: 518-533. Accesible en: <https://www.ehumanista.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.span.d7_eh/files/sitefiles/cervantes/volume5/ehumancer5.finalfinal.option2.pdf>., XIII).

34 

El narrador parece aquí poner en evidencia la “falta de cultura” de Antonio el padre, cuando comenta que «lo dijera mejor Antonio el padre, si tan bien como él lo supiera, porque las lecciones de los libros muchas veces hacen más cierta experiencia de las cosas que no la tienen los mismos que las han visto, a causa de que el que lee con atención repara una y muchas veces en lo que va leyendo, y el que mira sin ella no repara en nada y, con esto, excede la lección a la vista» (505, cursiva mía). Hermosa alabanza de la lectura detenida, además de la perspectiva que presta el peregrino Periandro sobre la cultura autóctona.

35 

Recuérdese que el vocablo “salteador” también se discute en relación con el tema de la libertad en el capítulo 45 del Quijote de 1605: «–Venid acá, gente soez y mal nacida: ¿saltear de caminos llamáis al dar libertad a los encadenados, soltar los presos, acorrer a los miserables, alzar los caídos, remediar los menesterosos?» (Cervantes 2015Cervantes, Miguel de. 2015. Don Quijote de la Mancha, editado por FranciscoRico. Madrid: Real Academia Española., 579).

36 

Para la historia de la influencia de Heliodoro en la narrativa del Siglo de Oro, véase Carlos García Gual (2009Forcione, Alban K. 1972. Cervantes’ Christian Romance. A Study of ‘Persiles y Sigismunda’. Princeton: Princeton University Press.). La primera traducción española publicada fue una traducción anónima hecha de la traducción francesa de Jacques Amyot (1534), salida de la prensa de Martín Nucio en Amberes en 1554. Para la historia de las traducciones de Heliodoro en España, véase Javier González Rovira (1995García Gual, Carlos. 2009. «Sobre las influencias de las novelas griegas (mal llamadas bizantinas) en nuestro Siglo de Oro». En Studi Ispanici, XXXIV. Pisa-Roma: Istituti editoriali e poligrafici internazionali; Fabrizio Serra.).

37 

Al llegar a Lisboa, el narrador comenta varias veces sobre la vestimenta de los extranjeros «Ricla, medianamente hermosa, pero extremadamente a lo bárbaro vestida; Constanza, hermosísima y rodeada de pieles» (III.1, 435).

38 

Son numerosos los ejemplos de cómo los personajes se asombran o maravillan a través de uno de los sentidos (oído, vista), antes de percatarse de la explicación por el otro sentido. Véase también lo que Periandro dice a Antonio cuando llegan a Lisboa: «deja, Antonio, algo para nuestros ojos: que las alabanzas no lo han de decir todo, algo ha de quedar para la vista, para que con ella nos admiremos de nuevo y, así, creciendo el gusto por puntos, vendrá a ser mayor en sus estremos» (III.1, 433).

39 

Ver al respecto el sugerente artículo ya citado de Sonia Velázquez «Of Poets and Barbarians», en particular el subcapítulo «Breaking the Linguistic Chain of Being» (2014Rosales, Luis. 1960. Cervantes y la libertad, vol. I. Madrid: Sociedad de Estudios y Publicaciones., 214-216).

40 

Juan Ramón Muñoz Sánchez (2003Martín Morán, José Manuel. 2019. «El diálogo en el Persiles». En Cervantes en el Septentrión, editado por RandiLise Davenport e IsabelLozano-Renieblas, 225-243. Nueva York: IDEA., 148-173) ha estudiado detalladamente la morfología de la última novela de Cervantes en varios trabajos, véase por ejemplo «Los episodios de los trabajos del Persiles».